El presidente del Consejo Europeo, António Costa, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y la principal diplomática de la UE, Kaja Kallas, se reunirán el lunes en Londres con el primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, para ultimar los detalles de un esperado pacto de defensa y seguridad entre ambas partes y, potencialmente, discutir el futuro restablecimiento de las relaciones posteriores al Brexit.
Starmer ya había dejado claro que un pacto de seguridad con la UE es una de las prioridades del gobierno laborista, incluso exponiendo su ambición en el programa electoral del partido. Desde entonces, la UE acordó que era necesaria una colaboración más estrecha en materia de defensa, dada la situación geopolítica actual.
Esto abriría la puerta para que el Reino Unido negocie el acceso de sus empresas a proyectos de defensa conjuntos en el marco del programa de Seguridad para Europa (SAFE) de la UE, por un valor de 150.000 millones de euros.
Sin embargo, en la cumbre de Lancaster House también se abordará un segundo conjunto de cuestiones. El Reino Unido quiere una reducción de los controles y la burocracia en la venta de alimentos, productos animales y otros productos agrícolas, conocidos como productos sanitarios y fitosanitarios (MSF). A cambio, Gran Bretaña tendría que cumplir la normativa de la UE, supervisada por el Tribunal de Justicia de la Unión Europea.
La UE también quiere un programa de movilidad juvenil que permita a jóvenes de entre 18 y 30 años trabajar y estudiar en el Reino Unido.
Otro punto conflictivo es el de la pesca, en el que la UE pretende ampliar las condiciones de acceso actuales para las flotas pesqueras de la UE a cambio de un alivio en los controles alimentarios.