La Casa Blanca está planeando instruir a altos funcionarios militares para que identifiquen a las personas transgénero o que tienen disforia de género y las sometan a controles médicos en un proceso que podría llevar a su despido de las fuerzas armadas, informó Associated Press el jueves, citando a altos funcionarios de defensa.
La última medida llega en medio de una campaña más amplia para eliminar a los miembros transgénero del servicio militar estadounidense, que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, lanzó poco después de su toma de posesión el 20 de enero.
La orden ejecutiva de Trump declaró que identificarse como transgénero “entra en conflicto con el compromiso de un soldado con un estilo de vida honorable, veraz y disciplinado” y obstaculizaría la preparación militar.
El término “disforia de género” se refiere al malestar psicológico que resulta de una incongruencia entre el sexo biológico y la propia “identidad de género”.
Según funcionarios que hablaron con la agencia de noticias bajo condición de anonimato, los comandantes que se enteren de que hay miembros del servicio con disforia de género (ya sea actual, histórica o sintomática) estarían obligados a iniciar revisiones individualizadas de sus registros médicos.
La noticia llega una semana después de que la Corte Suprema dictaminara que la Casa Blanca puede hacer cumplir su prohibición sobre las personas transgénero en el ejército mientras se tramitan otros desafíos legales.
A principios de este mes, el Pentágono emitió una directiva que obliga a la baja inmediata de alrededor de 1.000 militares abiertamente transgénero, dándoles hasta el 6 de junio para renunciar voluntariamente o ser dados de baja.
El departamento añadió que recibirían aproximadamente el doble de indemnización por separación del servicio que quienes no se presenten.