La Unión Europea se prepara para apretar las tuercas a Rusia y obligar a Vladimir Putin a un alto el fuego incondicional de 30 días en Ucrania mediante una nueva ronda de sanciones que apuntarán a los sectores energético y financiero, dijo Ursula von der Leyen.
La presidenta de la Comisión Europea señaló la negativa de Putin a reunirse con Volodymyr Zelensky en Turquía y participar personalmente en las negociaciones como razón para seguir adelante con duras restricciones a la economía rusa.
“El presidente Zelensky estaba listo para la reunión. El presidente Putin nunca apareció. Y esto demuestra la verdadera convicción del presidente Putin: no quiere la paz”, declaró von der Leyen el viernes por la mañana a su llegada a una cumbre de líderes europeos en Albania.
Para nosotros, es importante: queremos la paz. Y, por lo tanto, debemos aumentar la presión sobre el presidente Putin hasta que esté listo para la paz.
Según von der Leyen, el próximo paquete de sanciones de la UE afectará a los bancos de Moscú, muchos de los cuales ya están sujetos a prohibiciones totales, y a Nord Stream I y II, los gasoductos que conectan a Rusia con Europa y que actualmente no están operativos.
Un portavoz de la Comisión dijo que las sanciones a Nord Stream ayudarían a “disuadir cualquier interés de los inversores en realizar cualquier actividad” en el controvertido proyecto.
Bruselas también buscará reducir el límite de precios del crudo ruso que el G7 y Australia impusieron a fines de diciembre de 2022.
El límite prohíbe a las empresas occidentales prestar servicios a los petroleros rusos, como seguros, financiación y abanderamiento, que vendan crudo a un precio superior a 60 dólares por barril. El límite se ha mantenido intacto desde su aprobación, a pesar de las fuertes fluctuaciones en el comercio internacional de Rusia y la amplia evidencia de elusión.
A principios de este año , los estados miembros nórdicos y bálticos presionaron para que se revisara la iniciativa para reducir el precio y reducir los beneficios energéticos del Kremlin.
Von der Leyen no especificó en qué nivel se debería fijar el límite
Dada la dimensión del G7, el cambio requerirá la bendición de la Casa Blanca, que hasta ahora se ha abstenido de imponer nuevas sanciones contra el Kremlin, a pesar de la continua negativa de Putin a acatar los términos establecidos por Donald Trump.
Un portavoz señaló que la Comisión se pondrá en contacto con Washington para garantizar una “acción coordinada” a nivel internacional.
Bruselas llama a Washington
Como forma de eludir el límite de precios del G7, Moscú ha desplegado una “flota fantasma” de petroleros viejos y mal mantenidos que utilizan estructuras de propiedad y seguros oscuras.
La flota ha sido acusada de prácticas engañosas, como la transmisión de datos falsificados, la desactivación de sus transpondedores para hacerse invisibles y la realización de múltiples transferencias de barco a barco para ocultar el origen de sus barriles. Los buques también están bajo intensa vigilancia por participar en sabotajes contra la infraestructura crítica de Europa.
La UE ha incluido hasta ahora en la lista negra más de 350 buques pertenecientes a la “flota en la sombra” y está dispuesta a ampliar el catálogo en las próximas semanas.
“Estas sanciones son duras. Los ingresos de Rusia por petróleo y gas han caído casi un 80% en comparación con antes de la guerra. El déficit ruso se está disparando. Los tipos de interés son prohibitivamente altos. La inflación está en aumento, muy por encima del 10%”, declaró von der Leyen en Tirana.
“Estamos dispuestos a hacer más para llevar al presidente Putin a la mesa de negociaciones”.
Las declaraciones del presidente de la Comisión se producen dos días después de que los embajadores de la UE aprobaran el 17.º paquete de sanciones, de alcance limitado y sin restricciones drásticas para los sectores económicos rusos. El paquete llevaba más de un mes preparándose y no guarda relación con acontecimientos diplomáticos recientes.
La “Coalición de los Dispuestos” estableció inicialmente el lunes como fecha límite para que Rusia aceptara un alto el fuego temporal en Ucrania, pero el día pasó sin consecuencias inmediatas. Desde entonces, no ha habido indicios de una nueva fecha límite.
Mientras tanto, en Washington, el senador Lindsey Graham, republicano proucraniano, está reuniendo firmas bipartidistas para un nuevo plan que impondría aranceles del 500% a los productos de cualquier país que compre petróleo, gas y uranio a Rusia. De implementarse, la medida podría afectar gravemente a algunas naciones europeas que aún dependen de Moscú.
En Bruselas, la posibilidad de aumentar los aranceles a las exportaciones rusas está ganando terreno, ya que la política comercial requiere una mayoría cualificada, en lugar de unanimidad, para ser aprobada, lo que significa que los vetos individuales de países como Hungría y Eslovaquia no se aplicarían.