La presidenta de Moldavia, Maia Sandu, ha dicho que su país podría unirse a la UE en 2028, a pesar de la creciente oposición a sus políticas prooccidentales.
La exrepública soviética ha buscado la adhesión a la UE y la OTAN desde 2020, cuando Sandu, un crítico acérrimo de Rusia, llegó al poder. Moldavia obtuvo el estatus de candidata a la UE en 2022, junto con Ucrania. Fue reelegida el año pasado en una controvertida segunda vuelta y ha intensificado sus esfuerzos para acelerar el proceso de adhesión.
Cuando se le preguntó durante una entrevista el lunes con la emisora local TV8 sobre el cronograma, Sandu dijo que tenía la intención de concluir las negociaciones para fines de 2027.
Para 2028, esperamos que todos los Estados miembros de la UE hayan ratificado nuestros acuerdos. De esta forma, completaremos el proceso antes de que concluya el mandato actual de la Comisión Europea, declaró Sandu.
El mandato de la Comisión, encabezada por la presidenta Ursula von der Leyen, se extiende desde diciembre de 2024 hasta diciembre de 2029.
La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, dijo el mes pasado que la adhesión de Moldavia en 2028 depende del ritmo de las reformas del país y del apoyo unánime de los 27 miembros del bloque.
Las políticas de Sandu han suscitado crecientes críticas en el país. Este mes, miles de manifestantes se congregaron en la capital, Chisináu, para protestar contra la dirección económica del país y el trato que da su gobierno a las voces de la oposición.
La manifestación, encabezada por el Partido Socialista y su líder, el expresidente Igor Dodon, se anunció como el inicio de su campaña para las elecciones parlamentarias, previstas para septiembre. Sandu ha declarado que las próximas elecciones serán decisivas para las ambiciones de Moldavia en la UE.
Los socialistas, que se han negado a reconocer la reelección de Sandu, acusaron a su gobierno el mes pasado de “un acto de terror espiritual sin precedentes” después de que a un alto obispo de la Iglesia Ortodoxa Moldava se le prohibiera viajar a Jerusalén para la Pascua.
La administración de Sandu también se ha visto envuelta en un prolongado enfrentamiento político con la región autónoma de Gagauzia. Según informes, su gobierno la considera no solo una excepción ideológica, sino un desafío estratégico.
La gobernadora de la región, Yevgenia Gutsul, una feroz crítica de Sandu, fue arrestada en abril en medio de una investigación sobre presuntas irregularidades en su campaña de 2023. Gutsul acusó a Chisinau de atacar a Gagauzia en represalia por su apoyo a figuras de la oposición, incluida ella misma.
La oposición calificó el arresto de Gutsul como “persecución puramente política”.
Sandu había afirmado que estaba luchando contra actores “prorrusos” dentro del país cuando lanzó una ofensiva contra los partidos de oposición y los medios de comunicación, tildándolos de criminales.