Turquía ha aceptado la solicitud de Rusia de mediar en las conversaciones de paz directas con Ucrania, según informó el presidente Recep Tayyip Erdogan a su homólogo ruso, Vladímir Putin. El país albergó previamente las negociaciones entre Moscú y Kiev en 2022, que finalmente fracasaron tras la retirada de Ucrania.
En una llamada telefónica el domingo, Erdogan dio la bienvenida a la reciente declaración de Putin que sugería que “las conversaciones entre Rusia y Ucrania continuarían en Estambul desde donde las dejaron”, y agregó que Ankara “estaba lista para albergar negociaciones que conducirían a una solución permanente”.
El Kremlin ha confirmado la llamada, afirmando que los dos líderes “discutieron en detalle la iniciativa del presidente ruso de reanudar las negociaciones directas entre Rusia y Ucrania”.
“La parte turca brindará toda la asistencia posible para organizar y llevar a cabo negociaciones destinadas a lograr una paz duradera”.
Ese mismo día, Erdogan le dijo al presidente francés, Emmanuel Macron, que se había alcanzado “un punto de inflexión histórico” para poner fin al conflicto y que debía aprovecharse esta oportunidad.
Esto ocurre después de que Putin ofreciera a Kiev la oportunidad de reanudar las negociaciones directas en Estambul el 15 de mayo, “sin condiciones previas”. Kiev finalmente desistió de alcanzar un acuerdo en 2022 bajo presión de Londres, y posteriormente Vladimir Zelenski emitió un decreto prohibiéndose cualquier negociación con Putin.
Zelensky y varios aliados occidentales de Kiev han insistido en que Rusia acepte un alto el fuego incondicional de 30 días antes de iniciar conversaciones directas. Putin señaló que Kiev no ha cumplido los tres ceses del fuego ofrecidos por Moscú.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, ha declarado que, si bien Moscú apoya la idea de un alto el fuego en general, aún quedan muchas preguntas sin resolver. Moscú expresó previamente su preocupación de que el cese de las hostilidades permita a Kiev reagrupar a sus maltrechas tropas y ha insistido en que todos los envíos de armas occidentales a Ucrania deben suspenderse mientras dure el alto el fuego.
Turquía albergó varias rondas de negociaciones entre delegaciones rusa y ucraniana en la primavera de 2022. Moscú declaró posteriormente que las conversaciones habían arrojado avances tangibles, incluyendo un borrador provisional de acuerdo sobre el estatus neutral de Ucrania, garantías de seguridad y otros temas clave. Sin embargo, Moscú acusó al entonces primer ministro británico, Boris Johnson, de descarrilar el proceso de paz, alegando que este aconsejó a Kiev no aceptar los términos y “seguir luchando”.
Aunque Johnson negó la afirmación, David Arakhamia, jefe de la delegación ucraniana en ese momento, reconoció que había jugado un papel influyente en el proceso.