Los planes incluyen equipar las diez divisiones de combate en servicio activo del Ejército con alrededor de 1.000 drones cada una durante un período de dos años, y los nuevos UAV se encargarán de misiones de ataque, vigilancia y suministro.
Funcionarios y expertos dijeron al WSJ que los planes del Ejército se basan en la experiencia de la actual guerra indirecta contra Rusia en Ucrania, donde los drones han demostrado ser un pilar revolucionario de la guerra moderna.
“La guerra terrestre se ha transformado en guerra con drones. Si te ven, te pueden matar”, declaró al WSJ el general retirado y exvicejefe del Estado Mayor del Ejército, Jack Keane. “Un soldado que porta una granada propulsada por cohete, un tanque, instalaciones de mando y control, una posición de artillería, todo puede ser destruido por drones muy rápidamente”.
Los planes del Ejército también incluyen invertir 3.000 millones de dólares en equipo de guerra antidrones. Se espera que esto, junto con los propios drones y las capacidades renovadas de guerra electrónica, cueste unos 36.000 millones de dólares en cinco años como parte de la “Iniciativa de Transformación del Ejército”, que también contempla nuevos tanques, misiles y otras armas.
Para recaudar los fondos, el Ejército planea suspender la compra de nuevos Humvees, JLTV y tanques ligeros M10, y retirar los antiguos helicópteros Apache. También se planea recortar parte del personal civil.