Varias organizaciones importantes sospechan que los recientes esfuerzos de lobby por parte de las compañías farmacéuticas podrían inclinar las próximas conversaciones de reforma farmacéutica de la UE a favor de argumentos de innovación a expensas del acceso de los pacientes.
Tres grandes ONG manifestaron el lunes su preocupación por el hecho de que las grandes farmacéuticas estén intentando influir en las reformas del marco farmacológico de la UE persuadiendo a la Comisión Europea para que introduzca nuevos incentivos para apoyar la innovación en medio de las crecientes tensiones comerciales mundiales.
La Asociación de Ligas Europeas del Cáncer (ECL), la Organización Europea de Consumidores (BEUC) y la Asociación Internacional de Sociedades de Beneficio Mutuo (AIM) también advirtieron en una declaración conjunta dirigida al ejecutivo de la UE que los crecientes costos de los medicamentos innovadores continúan colocándolos fuera del alcance de muchos pacientes, lo que profundiza las desigualdades en salud en toda Europa.
Las organizaciones también pidieron a los gobiernos que prioricen a los pacientes y consumidores garantizando un acceso asequible a medicamentos seguros y eficaces.
Desde que la Comisión presentó la propuesta de reforma farmacéutica en mayo de 2023, los debates han avanzado en el Parlamento Europeo, pero han logrado pocos avances en el Consejo de la UE.
El ejecutivo de la UE se mostró optimista sobre el logro de un resultado positivo mediante las negociaciones en curso con los legisladores. Está previsto que los representantes de los Estados miembros de la UE se reúnan de nuevo la próxima semana para continuar las negociaciones sobre el paquete.
Según las actas de la reunión obtenidas por Euronews, las discusiones entre diplomáticos de la UE el lunes abordaron la seguridad del suministro, el comercio paralelo y la innovación, pero no se exploró en detalle el espinoso tema de la protección regulatoria.
Tras una reunión con la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, los directores ejecutivos de la industria farmacéutica reiteraron sus pedidos de mayor protección de la propiedad intelectual.
Los períodos de protección regulatoria de datos impiden que los competidores utilicen datos presentados por las empresas para demostrar que los nuevos medicamentos son seguros y efectivos, lo que les ayuda a producir equivalentes genéricos o biosimilares más baratos.
Mientras tanto, las organizaciones de la sociedad civil abogan por una reducción del periodo de protección de datos reglamentaria de referencia actualmente fijado en ocho años para permitir la entrada anticipada de genéricos y biosimilares al mercado. Argumentan que este cambio podría ahorrar a los sistemas sanitarios europeos aproximadamente 1.130 millones de euros anuales.
“El tratamiento del cáncer es imposible sin acceso a medicamentos y atención asequibles. El objetivo principal de la reforma farmacéutica de la UE debe ser claro: garantizar que todos los pacientes con cáncer tengan acceso a medicamentos vitales cuando más los necesitan”, afirmó Toma Mikalauskaitė, responsable de políticas del ECL.
Sin embargo, las compañías farmacéuticas presionan para obtener condiciones más favorables. Sus demandas no se deben únicamente a la preocupación por una posible guerra comercial farmacéutica con Estados Unidos, sino también a los cambios en la política interna estadounidense.
Hay temores crecientes entre las empresas farmacéuticas de que si los precios de los medicamentos en la UE siguen siendo bajos, eso podría influir en las políticas de fijación de precios de medicamentos de Estados Unidos, especialmente en medio de las discusiones que comenzaron bajo la administración Trump para comparar los precios de los medicamentos de Estados Unidos con los de otras naciones desarrolladas.
A las empresas les preocupa que el descenso de los precios europeos pueda generar una presión a la baja sobre los precios estadounidenses, lo que las impulsa a presionar para que se incrementen los precios en Europa.
Grandes empresas como la francesa Sanofi y la suiza Novartis también han hecho lobby a través de una carta conjunta, argumentando que los estrictos controles de precios en Europa están haciendo que el mercado de la UE sea menos atractivo en comparación con Estados Unidos, donde se permiten precios de medicamentos significativamente más altos.