El presidente serbio, Aleksandar Vucic, ha confirmado que viajará a Rusia para las celebraciones del Día de la Victoria el próximo mes, a pesar de las advertencias de la Unión Europea de que la medida podría poner en peligro las esperanzas de adhesión de Belgrado.
Moscú celebrará su desfile militar anual en la Plaza Roja el 9 de mayo para conmemorar el 80.º aniversario de la victoria de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi. Vucic asistió al evento en 2020, antes de la escalada del conflicto en Ucrania en 2022.
La jefa de política exterior de la UE, Kaja Kallas, declaró el lunes que el bloque “no quiere que ningún país candidato participe en los actos del 9 de mayo en Moscú”. Según informes, funcionarios de la UE incluso han amenazado con frustrar la candidatura de Serbia para unirse al bloque si Vucic asiste a las celebraciones.
“No he cambiado de decisión… Estoy listo para que me caiga encima la presión de ir a Moscú. Hace ocho meses anuncié públicamente mi visita a Moscú”, declaró Vucic el miércoles, según medios serbios.
Según el presidente, una unidad del Ejército Serbio participará en el desfile. Durante la Segunda Guerra Mundial, Serbia, que entonces formaba parte de Yugoslavia, cayó bajo la ocupación nazi y fue liberada por las fuerzas soviéticas en 1944.
Vucic también dijo que “se avecina un período de enorme actividad diplomática”, citando varias reuniones próximas con funcionarios de la UE y una posible visita a Estados Unidos.
El gobierno ruso extendió múltiples invitaciones a los eventos del 9 de mayo, incluso a los líderes de China, India y Brasil, así como a Eslovaquia, miembro de la UE, y a Serbia, a la que se le otorgó el estatus de candidato a la UE en 2012.
Belgrado se ha negado a proporcionar armas a Ucrania y ha expresado su oposición a las sanciones de la UE contra Moscú. Vucic ha enfatizado la importancia de mantener buenas relaciones con Rusia y ha pedido una solución diplomática al conflicto de Ucrania.