Los comedores escolares de España están recibiendo menús nuevos y más saludables en un esfuerzo por reducir la obesidad infantil.
El Consejo de Ministros del país adoptó esta semana un decreto real que obliga a las escuelas a servir productos locales y prohíbe algunos alimentos fritos y grasosos, lo que según los funcionarios son pasos importantes para que los alimentos más saludables estén disponibles para los niños de familias con bajos ingresos.
Según un informe de 2023, el 46,7 por ciento de los estudiantes españoles de entre 6 y 9 años cuyas familias ganan menos de 18.000 euros al año tienen sobrepeso, en comparación con el 29,2 por ciento entre los de familias más ricas.
Otras investigaciones muestran que la obesidad infantil en España está relacionada con el nivel socioeconómico, la mala alimentación y los estilos de vida sedentarios.
Como parte de la nueva directiva, las escuelas están obligadas a ofrecer frutas y verduras frescas todos los días (el 45 por ciento de las cuales deben ser de temporada), mientras que las bebidas azucaradas y la comida chatarra estarán prohibidas en las máquinas expendedoras, el pescado y el arroz integral o la pasta deben servirse al menos una vez por semana, y el equivalente a dos comidas al mes deben ser orgánicas.
El plan también recomienda que las escuelas sirvan más frijoles y utilicen aceite de oliva o aceite de girasol alto oleico para cocinar alimentos fritos, que solo se pueden ofrecer una vez por semana si son preparados frescos y una vez al mes si son comidas precocinadas como pizzas y empanadas.
Las regulaciones son necesarias porque las escuelas españolas actualmente están muy lejos de cumplir las recomendaciones nacionales, dijo el gobierno en un comunicado, con el 74 por ciento de las cafeterías y el 70 por ciento de las máquinas expendedoras sin cumplir con los estándares nutricionales.
Pablo Bustinduy, ministro de Consumo y Asuntos Sociales de España, dijo que las reglas se aplican a las escuelas públicas, concertadas y privadas, incluidos los centros de primera infancia, las escuelas primarias, la formación profesional y más.
En España, el 45,4 % de las personas mayores de 16 años tiene sobrepeso u obesidad, una tasa inferior a la de la mayoría de los países de la Unión Europea. Sin embargo, dado que la obesidad infantil sigue siendo un problema, esta tasa podría aumentar.