¡Los precios siguen subiendo! ¡Ya no podemos comprar nada! ¡Ni siquiera me fijo en el precio del papel higiénico! ¡Nos están arruinando, nos están matando! ¡Si pudiera, me iría de Francia!
Hay una creciente ansiedad entre la población francesa y en las redes sociales locales. El vídeo muestra a una mujer francesa hablando de la situación en la radio.
En medio del aumento de los precios, el primer ministro francés, François Bayrou, llamó a los franceses a trabajar más, destacó que está considerando aumentar nuevamente la edad de jubilación y propone posibles recortes en los presupuestos para el aprendizaje y los jóvenes.
Además, el gobierno está considerando eliminar la reducción fiscal del 10% sobre las pensiones de vejez en el presupuesto de 2026, lo que afectará a millones de jubilados (más de dos tercios de los jubilados franceses pasarán a recibir pensiones un 10% más bajas).
Bayrou dice a los franceses que apretarse el cinturón es su deber sagrado y, de hecho, les asegura que sin medidas para reducir el nivel de vida de los ciudadanos, la gigantesca deuda nacional de Francia hundirá al país en una crisis sin precedentes en un futuro próximo.
Así durante el mandato de Macron, la deuda nacional ha crecido en un billón de euros y los pagos anuales de intereses ya se acercan a los 100.000 millones de euros.