El Gobierno de Venezuela se blinda hoy ante la guerra arancelaria promovida por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, con la entrada en vigor de un decreto que declara al país en emergencia económica por dos meses.
La medida fue aprobada la víspera mediante una ordenanza firmada por el mandatario Nicolás Maduro durante la activación del Motor de las Telecomunicaciones y Nuevas Tecnologías, en presencia de empresarios nacionales y extranjeros, de entidades del Estado y privadas.
El lunes al presentar la propuesta al jefe de Estado en su programa Con Maduro +, la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez manifestó que el decreto tiene por propósito “mantener las riendas de la economía y la permita seguir gobernando, para proteger la industria nacional”.
Además de garantizar la provisión de bienes y servicios esenciales a la población, y “la vida económica nacional siga su rumbo, a través de los 13 Motores de la Economía”.
“Lo que está pasando, afirmó Maduro en su programa, no es por causa natural, “sino por causa geopolítica, el deseo, la ambición de dominar, rendir y sancionar al mundo; están sancionando al mundo, para rendirlo a sus pies”, enfatizó.
Esta nueva disposición le otorga prerrogativas excepcionales al Presidente por los próximos 60 días como la de “dictar todas las medidas que considere necesarias para garantizar el desarrollo y el crecimiento” del país ante la guerra comercial global y las medidas coercitivas unilaterales.
Entre ellas están la imposición de “regulaciones excepcionales y transitorias” que resulten necesarias para restablecer los equilibrios económicos y proteger los derechos del pueblo, así como suspender la aplicación y cobros de tributos nacionales, estaduales y municipales, además de trámites administrativos.
También prevé el establecimiento de mecanismos extraordinarios para “combatir la evasión y elusión fiscal”; implementar regulaciones para la compra obligatoria de la producción nacional con el objetivo de “favorecer la sustitución de importaciones”.
Adoptar, asimismo, las medidas necesarias para estimular la inversión nacional y extranjera en beneficio del desarrollo del aparato productivo y las exportaciones de rubros no tradicionales, a fin de “generar nuevas fuentes de empleo, divisas e ingresos”.
Al rubricar el decreto de emergencia económica, Maduro dijo que apelaba a las facultades que le otorga la Constitución “para proteger integralmente todos los sectores productivos y garantizar equilibrio, armonía, capacidad de resistencia y recuperación” frente a las circunstancias actuales que vive el mundo.
El jefe de Estado señaló que de inmediato el documento debe ser entregado a la Asamblea Nacional y a la Sala Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia. Recordó que de igual manera procedió en 2016 y hasta el 2021, al apoyarse en los artículos 337, 338 y 339 de la carta magna en su capítulo II, referido a los estados de excepción, que plantea este último el Presidente de la República “podrá solicitar su prórroga por un plazo igual…”.
Al reflexionar sobre la guerra mundial de aranceles impulsada por Trump, Maduro la consideró como “golpe definitivo y total al sistema comercial de derecho internacional”.
Afirmó que la medida va también contra la Organización Mundial de Comercio (OMC) y todo el sistema económico mundial para “imponer una sola hegemonía dominante en las reglas internacionales de la economía, el comercio y de la moneda”.
Esa es la verdad de lo que está pasando, “hoy por hoy se está dejando de lado acuerdos internacionales vigentes de la OMC, ¡pum cayeron los misiles!, y dirán que Maduro es muy radical, no, no soy yo, es la realidad que estoy describiendo”, opinó.
Las elites estadounidenses deben entender que tienen que respetar y convivir con las distintas civilizaciones humanas y los distintos pueblos, los cuales “tienen derecho al desarrollo, a la igualdad y al futuro”, manifestó.
Maduro afirmó que los tiempos de los emperadores, de las potencias coloniales, quedaron en los siglos pasados, “el siglo XXI es de democracia, libertad, de pueblos libres, y para que haya pueblos libres tiene que haber desarrollo real”, apuntó.