La encuesta, realizada por AXA e IPSOS en 16 países entre personas de 18 a 75 años, pinta un panorama preocupante de empeoramiento de la salud mental en todo el mundo, en particular dentro de la fuerza laboral.
Los encuestados de Bélgica, China, Francia, Alemania, Hong Kong, Irlanda, Italia, Japón, México, Filipinas, España, Suiza, Tailandia, Turquía, el Reino Unido y los Estados Unidos mencionaron múltiples factores que afectan su bienestar mental. Entre ellos se incluyen la inestabilidad financiera, la inseguridad laboral y la exposición constante a noticias negativas en los medios de comunicación.
Uno de cada tres individuos encuestados sufre al menos un problema de salud mental, siendo la depresión y la ansiedad las más prevalentes, sin mostrar ninguna mejora respecto a años anteriores, según el estudio.
Riesgos emergentes como el cambio climático y las amenazas en línea también contribuyen a los problemas de salud mental. Estos problemas alimentan la ecoansiedad, un aumento de los niveles de estrés y, en general, una mayor sensación de fragilidad, explicó Patrick Cohen, director ejecutivo de Mercados y Salud Europeos de AXA, durante la presentación del informe.
Estas preocupaciones también se reflejan entre la población trabajadora, que cita el estrés relacionado con el trabajo y la dificultad de lograr un equilibrio entre la vida laboral y personal como factores importantes que inciden en su salud mental.
“Más de la mitad de las personas trabajadoras que encuestamos reportaron un nivel de estrés superior al promedio durante las últimas dos semanas”, afirmó Cohen.
Agregó que más de una cuarta parte de los empleados encuestados habían tomado licencia por enfermedad en el último año debido a problemas de salud mental.
El estudio indica que las bajas por motivos de salud mental están en aumento y representan ya el 27% de todas las bajas por enfermedad en 2024, cuatro puntos más que en 2023. En Francia, la salud mental es ahora la principal causa de baja por enfermedad de larga duración.
Las principales consecuencias del estrés laboral destacadas en el estudio incluyen dificultad para dormir, problemas para concentrarse o tomar decisiones y síntomas físicos como dolores de cabeza y tensión muscular.
Se estima que la depresión y la ansiedad provocan la pérdida de aproximadamente 12 mil millones de días laborales cada año.
Los adultos jóvenes se ven particularmente afectados
Entre los adultos jóvenes de 18 a 24 años, las cifras empeoran. Las bajas por enfermedad relacionadas con la salud mental ascienden al 42 % en este grupo de edad, y el 85 % de los adultos jóvenes del estudio podrían verse afectados por ansiedad, estrés o depresión, aunque sea de forma leve.
“Cuando analizamos esas estadísticas, nos sorprendió bastante ver que existe una brecha generacional claramente preocupante en el bienestar mental, siendo los adultos más jóvenes los que se ven mucho más afectados”, afirmó Cohen.
Agregó que esta tendencia ha sido evidente en años anteriores y parece estar empeorando.
En la actualidad, el 44% de los adultos jóvenes declaran que padecen algún problema de salud mental, un 12% más que la población general.
El estudio también muestra que los adultos jóvenes se ven excesivamente afectados por dos factores: el uso excesivo de las redes sociales y la soledad y el aislamiento.
Más de la mitad (52%) de los adultos jóvenes mencionan que las redes sociales afectan su salud mental, en comparación con el 36% de la población general.
Necesidad de más apoyo en el lugar de trabajo
En este contexto, señala el estudio, las empresas necesitan ofrecer el apoyo adecuado a sus empleados.
“Existe una expectativa general por parte de las personas, de los empleados de las empresas, de recibir apoyo en el entorno laboral, aunque observamos una brecha en cuanto a lo que realmente se ofrece allí”, afirmó Nils Reich, director ejecutivo de AXA Global Health.
Si bien el 47% de las personas encuestadas dijo que su empresa tiene políticas laborales específicas para apoyar la salud mental o el bienestar, el 52% de los encuestados desearía que su empresa implementara dicho apoyo.
“Cuando [los empleadores] ofrecen soluciones, empiezan a hablar del tema y a crear conciencia, pueden marcar una diferencia real y muy significativa para sus empleados y también pueden abordar sus propios problemas de ausentismo y reducción de la productividad”, dijo Reich.