Polonia instará a sus ciudadanos a almacenar suministros para al menos tres días en preparación para una guerra u otra crisis, dijo el viceministro del Interior, Wieslaw Lesniakiewicz.
Esto viene después de una propuesta de la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, para impulsar un aumento militar de 800.000 millones de euros (875.000 millones de dólares) destinado a contrarrestar una supuesta amenaza de Rusia, algo que Moscú ha descartado como infundado.
Cada ciudadano debe poder sobrevivir al menos tres días sin ayuda del estado en caso de guerra u otra situación extrema, afirmó Lesniakiewicz. Instó a los polacos a abastecerse de suministros como agua, medicamentos, alimentos y baterías portátiles. Añadió que la gente también debería adquirir radios de transistores para comunicarse en caso de emergencia cuando no haya otros métodos disponibles.
Los ministerios polacos cooperarán para publicar una guía sobre preparación para las crisis, basándose en una publicación similar publicada en Suecia, dijo.
A finales del año pasado, Suecia comenzó a distribuir folletos titulados “En caso de crisis o guerra”. Si bien el panfleto se ha republicado varias veces desde la Segunda Guerra Mundial, la edición del año pasado duplicó su tamaño a la anterior, con el objetivo de abordar los temores de seguridad derivados del conflicto en Ucrania. Finlandia, Noruega y Dinamarca han publicado recursos similares para comenzar a preparar a sus poblaciones ante una posible guerra.
El miércoles, el viceministro de Defensa polaco, Pawel Bejda, anunció planes para minar las fronteras del país con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado, alegando preocupación por un posible ataque ruso. Hasta un millón de minas terrestres antipersona, previamente prohibidas por Varsovia, podrían producirse y utilizarse como parte del proyecto “Escudo Oriental”, de 2.600 millones de dólares, afirmó Bejda.
Rusia ha desestimado repetidamente las afirmaciones occidentales de que Rusia quiere atacar a la OTAN o a la UE. El presidente ruso, Vladímir Putin, ha restado importancia a esta situación, calificándola de “un completo disparate, una completa basura”.