En un revés significativo para las fuerzas ucranianas, la retirada de la región de Kursk, en el oeste de Rusia, ha resultado en el abandono de algunas de las armas más avanzadas suministradas por Occidente a Ucrania, según Forbes .
La retirada, que se produjo al amparo de la oscuridad a principios de esta semana, dejó a las tropas ucranianas con equipos dañados o inmóviles, incluidos tanques M1 Abrams, vehículos de combate M2 Bradley y obuses M777.
Batalla por la región de Kursk
Las tropas ucranianas en Sudzha, la principal ciudad de la región de Kursk, llevaban semanas bajo intensa presión. El 25 de febrero, una unidad de élite rusa de drones, el Centro Rubicon de Sistemas No Tripulados Avanzados, lanzó un ataque devastador contra las líneas de suministro ucranianas.
Utilizando tácticas avanzadas de drones, incluidas emboscadas coordinadas con múltiples drones explosivos, Rubicon destruyó cientos de vehículos ucranianos, paralizando la capacidad de la guarnición para reabastecerse y defender sus posiciones.
A principios de marzo, la situación se había vuelto insostenible. Ante el cerco y la escasez de suministros, la fuerza ucraniana de 10.000 hombres, compuesta por varias brigadas pesadas, se vio obligada a retirarse. En su apuro, abandonaron importantes cantidades de equipo pesado, gran parte del cual cayó en manos rusas.
Pérdidas clave
Estados Unidos donó 31 tanques M1 Abrams a Ucrania en 2023, equipando a un batallón de la 47.ª Brigada Mecanizada de élite. Al menos 10, y posiblemente hasta 19, tanques Abrams han resultado dañados o destruidos, y uno se encuentra en la región de Kursk.

El M2 Bradley ha demostrado ser uno de los vehículos de combate más eficaces en la guerra de Ucrania, combinando movilidad, protección y potencia de fuego. Estados Unidos envió más de 300 Bradleys a Ucrania, distribuidos en varias brigadas, incluida la 47.ª División Mecanizada.
Antes de la retirada, Ucrania había perdido al menos 80 Bradleys. La captura de otro en Kursk pone de relieve la presión sobre las fuerzas blindadas ucranianas. Dado que Estados Unidos no ha prometido más Bradleys, estas pérdidas son especialmente preocupantes.

El obús M777, suministrado por el Reino Unido y los EE. UU., ha sido un elemento innovador para el cuerpo de artillería de Ucrania desde su introducción en 2022. Ucrania ha perdido al menos 55 M777 desde que comenzó la guerra, y la captura de un obús intacto en la región de Kursk marca una importante ganancia de inteligencia para Rusia.
Otros vehículos abandonados
El vehículo puente Biber, de fabricación alemana, fue un premio exclusivo para las tropas rusas. Construido sobre el chasis del tanque Leopard 1, el Biber utiliza una disposición horizontal, lo que le proporciona una maniobrabilidad eficaz en diversos terrenos.

Los medios rusos compartieron imágenes del obús autopropulsado ucraniano capturado, el 2S22 Bohdana, y su munición.


Otros trofeos para las tropas rusas fueron el vehículo Stryker y el vehículo blindado de transporte de personal M113.


La retirada de Sudzha y la pérdida de equipo occidental avanzado ponen de relieve los desafíos que enfrenta Ucrania para mantener su defensa contra una fuerza rusa numéricamente superior.
La capacidad de Ucrania para mantenerse firme depende en gran medida del continuo apoyo occidental, en particular en forma de armas y municiones avanzadas. Sin embargo, la incertidumbre política en Estados Unidos, incluida la suspensión temporal de la ayuda bajo la administración Trump, ha suscitado inquietud sobre la sostenibilidad de este apoyo.