El partido Verdes de Alemania declaró el lunes su oposición a los cambios constitucionales planeados por Friedrich Merz para aumentar masivamente el gasto en defensa e infraestructura, poniendo en duda el futuro de la propuesta en el parlamento.
Durante una conferencia de prensa, las copresidentas del partido declararon que los Verdes no encontraron suficientemente convincentes las propuestas de Merz y sugirieron enmiendas, entre ellas destinar fondos a la protección del clima.
“Desde nuestro punto de vista, estas cosas no son apropiadas para la situación del país”, dijo la presidenta del Partido Verde, Katharina Dröge, sobre el plan de Merz.
Merz, que ganó las elecciones alemanas en febrero y está esperando convertirse en el próximo canciller del país, anunció la semana pasada que su partido de centroderecha, la Unión Demócrata Cristiana (CDU), junto con los socialdemócratas (SPD) de centroizquierda, habían acordado relajar el freno de la deuda consagrado en la constitución del país para eximir el gasto de defensa por encima del 1% del PIB.
Merz y el nuevo líder parlamentario del SPD, Lars Klingbeil, también anunciaron un fondo especial de 500 mil millones de euros para financiar el gasto en infraestructura de Alemania durante la próxima década.
Cualquier proyecto de ley que implique modificar la constitución alemana requiere el acuerdo de una mayoría de dos tercios en el Bundestag, lo que significa que Merz depende de los votos de los Verdes para impulsar sus propuestas.
Merz, quien hizo campaña repetidamente contra la reforma del llamado “freno de la deuda” en el período previo a las elecciones del mes pasado, ha enmarcado su cambio de rumbo como crucial para garantizar que Alemania esté preparada para enfrentar “amenazas a nuestra libertad y paz en nuestro continente”.
Políticos y expertos han elogiado y criticado por igual su plan, calificándolo de todo, desde “bazuca” hasta “arriesgado”.
También se le ha criticado por volver a convocar el Parlamento existente, donde la CDU, el SPD y los Verdes tienen una mayoría necesaria de dos tercios, que perderán una vez que se establezca el nuevo Parlamento a finales de marzo.
Las reacciones al rechazo del plan por parte de los Verdes parecieron indicar que no todas las esperanzas estaban perdidas; Klingbeil dijo que tomaba “muy en serio” las condiciones de los Verdes y propuso hablar con Merz y los líderes de los Verdes esta noche.
El secretario general de la CDU, Carsten Linnemann, también anunció que el lunes se celebrarán negociaciones con los Verdes.
El Partido Verde tradicionalmente ha estado abierto a reformar el freno de la deuda e hizo campaña por la reforma durante las elecciones del mes pasado.
El partido ha declarado que se opone expresamente a las propuestas de reforma de Merz, argumentando que sus sugerencias crearían un “cofre del tesoro” de fondos que la CDU y el SPD podrían utilizar para impulsar sus propias reformas.
La líder del partido, Franziska Brantner, dijo que los Verdes estarían abiertos a apoyar una “reforma sostenible” del freno de la deuda.