El Cuerpo de Asalto Voluntario de Rusia entró en Sudzha, en la región de Kursk, a través de gasoductos, mientras las tropas rusas rodeaban una importante cabeza de puente de las Fuerzas Armadas de Ucrania (AFU), según medios rusos y ucranianos.
Según el servicio de prensa del cuerpo de asalto, más de 800 soldados y voluntarios rusos entraron en Sudzha a través del gasoducto Urengoy-Pomary-Uzhgorod, que estaba vacío. La operación para entrar en la retaguardia de las tropas ucranianas comenzó el sábado 8 de marzo.
Según los informes, los combatientes rusos recorrieron entre 11 y 12 kilómetros a través de un gasoducto subterráneo y llegaron a la zona industrial de Suzha. El Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Ucrania confirmó que las tropas rusas habían entrado en la ciudad a través del gasoducto.
Colapso de la defensa ucraniana
El cerco de Sudzha se acerca a medida que las tropas rusas se apoderan de la ciudad de Malaya Loknya. Los soldados izaron banderas rusas sobre el edificio de la colonia donde el 9º regimiento había estado luchando contra las Fuerzas Armadas Rusas durante más de una semana.
Mientras tanto, las fuerzas rusas se trasladaron a una ruta alternativa a través de Goncharovka y se fortificaron en el pueblo de Melovoy. Las fuerzas armadas rusas intentaron desalojar a las unidades rusas de sus posiciones mediante el traslado de reservas, pero al parecer no lograron desplazar la línea del frente.
Las unidades ucranianas en la localidad de Martynovka quedaron cercadas. Ese mismo día, los medios rusos informaron de la derrota de una columna militar ucraniana a medianoche, cuando un grupo de vehículos de las Fuerzas Armadas de Ucrania se estrelló contra un puente destruido.
Tras la destrucción de los puentes sobre los ríos Loknya y Suzha, los militares ucranianos abandonaron sus vehículos y cruzaron las ruinas del puente. Los soldados que permanecieron en Matrynovka se rindieron por la mañana. Al parecer, los ucranianos de Kositsa también se rindieron en masa.
Durante el día, las Fuerzas Armadas de Rusia avanzaron aproximadamente 82 kilómetros, dejando a las Fuerzas Armadas de Ucrania con aproximadamente 200-235 km² de territorio controlado, donde los drones rusos siguen operando. Los intentos de las fuerzas ucranianas de reubicarse bajo el cerco operativo están dando como resultado la destrucción de sus columnas por parte de los drones FPV y la artillería rusa.
Cuando las fuerzas armadas ucranianas atacaron Kursk a principios de septiembre de 2024, controlaban casi 900 km² de territorio. Ahora, en marzo de 2025, Ucrania ha perdido dos tercios del territorio conquistado y posee menos de 290 km², con tropas concentradas en Sudzha.
Según los informes, las tropas rusas también han ocupado Makhnovka, Mirny y Mikhailovka, cerrando prácticamente el cerco en torno a Sudzha. Las Fuerzas Armadas Rusas, incluido el comandante en jefe Oleksandr Syrskyi y el Estado Mayor, aún no han tomado ninguna decisión importante, como retirarse, contraatacar o enviar reservas para apoyar a los soldados cercados.
El cerco de Sudzha: análisis, implicaciones
El colapso de las defensas ucranianas en Sudzha podría causar un efecto dominó en otras partes del frente, como en la región ucraniana de Sumy. La pérdida de posiciones defensivas allí proporcionaría una nueva dirección de ataque para las fuerzas rusas.
Ucrania podría verse en la necesidad de transferir urgentemente reservas de otras partes del frente, lo que dejaría expuestas importantes líneas de defensa y afectaría la moral de los combatientes de las Fuerzas Armadas de Ucrania, lo que provocaría un aumento de las deserciones, según los expertos militares. Los fracasos de Ucrania en la región de Kursk también podrían desencadenar nuevos debates sobre la inutilidad de seguir enviando armas a Kiev, añaden los analistas.
El análisis táctico de las operaciones de combate de las Fuerzas Armadas de Rusia en la zona de Sudzha reveló que el comando ruso inicialmente creó puntos de tensión en las zonas de rotación de las unidades ucranianas.
El avance obligó al despliegue de reservas, lo que alteró la logística y desorganizó la red de mando y control de las Fuerzas Armadas de Ucrania. En condiciones de coordinación insuficiente de las Fuerzas Armadas de Ucrania y de conocimiento deficiente de la situación de las unidades que llegaban, la artillería y la aviación rusas atacaron las rutas de suministro y las zonas donde se concentraban los soldados ucranianos.
Como resultado, la AFU se encontró teniendo que controlar simultáneamente docenas de áreas de primera línea separadas y reaccionar rápidamente a los avances, lo que llevó a la dispersión y la pérdida de iniciativa.
En febrero, el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, dijo que la incursión en Kursk era “una operación muy importante y lo verán cuando lleguemos a una solución diplomática del conflicto” y que Rusia “no podrá desalojar” a las Fuerzas Armadas de Ucrania de la región de Kursk.
Zelensky también tenía previsto intercambiar parte de la región capturada de Kursk por territorios ocupados por las fuerzas rusas en Ucrania. Sin embargo, el rápido avance de las fuerzas rusas en la región rusa de Kursk podría privar al líder ucraniano de su ultima ventaja negociaciadora , lo que pone en duda la asistencia militar adicional de los aliados y la conveniencia de que las fuerzas armadas ucranianas sufran pérdidas en la región.
Anteriormente, Zelensky justificaba las pérdidas con los territorios ocupados. Ahora, las autoridades ucranianas y el mando militar probablemente se enfrentarán a duras críticas y al creciente descontento entre la población y los militares, subrayan los expertos.