Estados Unidos registró su primera muerte por sarampión desde 2015, después de que un niño que no estaba vacunado muriera en un brote en la zona rural del oeste de Texas.
Normalmente, la mayoría de los casos de COVID-19 en Estados Unidos son traídos al país por personas que han viajado al extranjero. Hasta ahora, las autoridades del estado de Texas han informado de 124 casos. El vecino estado de Nuevo México ha informado de nueve.
Los expertos señalan que desde que comenzó la pandemia de COVID-19, las tasas de vacunación contra el sarampión han ido disminuyendo en todo el mundo. En Estados Unidos, la mayoría de los estados están ahora por debajo del umbral de vacunación del 95% para los niños pequeños, el nivel necesario para proteger a las comunidades contra los brotes de sarampión.
Los casos de sarampión en Estados Unidos el año pasado fueron casi el doble del total de todo 2023, lo que aumenta las preocupaciones sobre este virus infantil prevenible y que alguna vez fue común.
“El sarampión es una amenaza en cualquier lugar del mundo”, afirman los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) de Estados Unidos en su sitio web.
He aquí una breve visión de la situación mundial del sarampión.
¿Son comunes los brotes de sarampión fuera de los Estados?
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), se estima que 10,3 millones de personas se infectaron con sarampión y 107.500 murieron en 2023. La mayoría eran personas no vacunadas o niños menores de cinco años.
Los casos fueron más comunes en partes de África, Medio Oriente y Asia, donde los ingresos son bajos y los servicios de salud insuficientes.
En lugares donde el sarampión ha sido prácticamente erradicado, los casos se han propagado a través de viajeros procedentes de otros países.
En 2023 se registraron brotes importantes en 57 países, entre ellos India, Indonesia, Rusia, Yemen e Irak. La República Democrática del Congo (RDC) fue la que registró más casos, con 311.500 infecciones ese año.
¿Qué tan comunes son los casos de sarampión en Europa?
Al igual que otras partes del mundo, Europa ha experimentado un “aumento sustancial” de casos de sarampión en los últimos años, según la OMS.
En los primeros tres meses de 2024, se notificaron casos de sarampión en 45 de los 53 países de la región europea de la OMS, con un total de casi 57.000 casos y cuatro muertes.
Mientras tanto, Gran Bretaña confirmó 2.911 casos de sarampión en 2024, el mayor número de casos registrado anualmente desde 2012.
“Incluso un caso de sarampión debería ser un llamado urgente a la acción”, afirmó Hans Kluge, director de la OMS en Europa.
¿Cuál es el impacto de las vacunas?
La tasa mundial de vacunación infantil ha disminuido en los últimos años, del 86 por ciento en 2019 al 83 por ciento en 2023, en parte debido a las interrupciones en la inmunización y la atención médica debido a la pandemia.
La OMS estima que la vacunación ayudó a prevenir más de 60 millones de muertes en todo el mundo entre 2000 y 2023, a medida que se intensificaron los esfuerzos para que más personas recibieran las vacunas.
Antes de que se introdujera la vacuna en 1963, las grandes epidemias causaban alrededor de 2,6 millones de muertes al año.
En 2016, expertos independientes declararon que el continente americano estaba libre de sarampión endémico, pero esa condición se perdió en 2018 debido a brotes de sarampión en Brasil y Venezuela. Según los expertos, las tasas reducidas de vacunación están socavando los esfuerzos para erradicar por completo la enfermedad.
Según la OMS, el sarampión es tan contagioso que se necesita un 95 por ciento de inmunidad para prevenir epidemias. Dicho de otro modo, infecta a aproximadamente 9 de cada 10 personas expuestas si carecen de inmunidad.