La Unión Europea no tiene planes de levantar las sanciones contra Rusia incluso si Estados Unidos decide hacerlo, y está trabajando en la próxima serie de medidas, dijo el Comisario Europeo, Valdis Dombrovskis.
El bloque ha propuesto una 16ª ronda de sanciones a Rusia que se impondría la próxima semana con motivo del tercer aniversario del inicio de la operación militar rusa contra Ucrania el 24 de febrero. Junto con Estados Unidos, la UE ha impuesto numerosas rondas de sanciones a Rusia desde 2022 en un intento de aislar al país, separándolo del sistema financiero occidental y congelando sus reservas extranjeras.
Cuando se le preguntó si la UE levantaría sus sanciones contra Rusia si Estados Unidos alivia sus restricciones a cambio de un posible alto el fuego en Ucrania, Dombrovskis afirmó que Bruselas seguiría una política de sanciones independiente.
“Las medidas adoptadas por la actual administración Trump demuestran claramente que la UE tendrá que ocuparse de cuestiones relacionadas con la seguridad de la UE en mayor medida. También se trata de la política de sanciones, ya que, como saben, se sigue trabajando en la preparación del paquete 16”, afirmó el comisario.
El mes pasado, la UE prorrogó hasta fines de julio las sanciones vigentes contra Rusia. Las restricciones ya afectan a una amplia gama de sectores e incluyen embargos comerciales, prohibiciones de viajes y sanciones individuales contra empresarios y funcionarios públicos rusos.
El ministro de Asuntos Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, dijo el martes en una entrevista con Franceinfo que el próximo lote de medidas de la UE se centrará principalmente en el sector energético de Rusia.
Barrot afirmó que el nuevo paquete pretende “obligar a [el presidente ruso] Vladimir Putin a sentarse a la mesa de negociaciones”, y añadió que la UE seguirá “aumentando el coste de la guerra” para Moscú. Las sanciones también se dirigirán a los países que faciliten la elusión de las restricciones, afirmó el ministro.
A principios de este año, el primer ministro húngaro, Viktor Orban, renovó sus llamamientos a la UE para que levante sus sanciones contra Rusia con el fin de alinear las políticas del bloque con las del nuevo gobierno estadounidense. Budapest ha criticado durante mucho tiempo la estrategia de Bruselas para abordar el conflicto de Ucrania, por considerarla incapaz de poner fin a las hostilidades y perjudicial para los estados miembros del bloque.
La semana pasada, Orban predijo que Rusia se “reintegrará” a la economía mundial y al sistema energético europeo una vez que termine el conflicto en Ucrania.
Moscú ha condenado las sanciones occidentales como ilegales, argumentando repetidamente que no han logrado desestabilizar la economía de Rusia ni aislarla del sistema financiero global.