En un discurso pronunciado el sábado por la mañana, el canciller alemán Olaf Scholz defendió su postura contra la extrema derecha y dijo que Alemania no aceptará a personas que “intervienen en nuestra democracia”, un día después de que el vicepresidente estadounidense, JD Vance, se reuniera con el líder de la AfD y criticara a los líderes europeos.
Al hablar en la Conferencia de Seguridad de Munich el viernes, Vance criticó el enfoque de los gobiernos europeos hacia la democracia y dijo que teme que la libertad de expresión en todo el continente esté “en retroceso”.
Afirmó que muchos estadounidenses ven en Europa “intereses arraigados escondidos detrás de horribles palabras de la era soviética como desinformación y desinformación, a quienes simplemente no les gusta la idea de que alguien con un punto de vista alternativo pueda expresar una opinión diferente o, Dios no lo quiera, votar de manera diferente, o peor aún, ganar una elección”.
Vance dijo que no estaba tan preocupado por Rusia o China en términos de la seguridad de Europa como por una “amenaza interna: un retroceso de Europa respecto de algunos de sus valores más fundamentales, valores compartidos con los Estados Unidos de América”.
Al margen del evento, Vance se reunió con Alice Weidel, co-líder del partido de extrema derecha y antiinmigrante Alternativa para Alemania (AfD), nueve días antes de las elecciones alemanas.
En una postura de larga data de rechazar a la extrema derecha en un país marcado por el nazismo, los principales partidos alemanes dicen que no trabajarán con la AfD.
Scholz reafirmó que el principio de “nunca más” es un mandato histórico que Alemania debe y quiere respetar: nunca más fascismo, racismo o guerra de agresión. Criticó duramente a la AfD, señalando que algunos miembros del partido se habían referido a los crímenes nazis como una simple “excremento de pájaro” en la historia. Dejó claro que el principio de “nunca más” es incompatible con el apoyo o la alineación con la AfD.
Scholz respondió además a los comentarios de Vance diciendo que “Alemania es una democracia muy fuerte, y como democracia fuerte, tenemos absolutamente claro que la extrema derecha debe estar fuera del control político y de los procesos de toma de decisiones políticas, y que no habrá cooperación con ellos”.
“Rechazamos rotundamente cualquier idea de cooperación entre partidos, otros partidos y estos partidos de extrema derecha”.
En alusión a las normas alemanas que restringen el discurso de odio, dijo que “la libertad de expresión en Europa significa que no estás atacando a otros de formas que van en contra de la legislación y las leyes que tenemos en nuestro país”.
El intercambio entre Scholz y Vance se produce en un momento en que los líderes europeos intentan dar sentido a la nueva línea dura de Washington sobre cuestiones como la democracia y el futuro de Ucrania, mientras la administración Trump sigue trastocando las convenciones transatlánticas vigentes desde después de la Segunda Guerra Mundial.
Apoyaremos a Ucrania “durante el tiempo que sea necesario”
En cuanto a Ucrania, Scholz reiteró un objetivo compartido: preservar la independencia de Ucrania. Subrayó que no se debe decidir nada sobre Ucrania sin la participación de este país y defendió las negociaciones en curso, que ahora incluyen tanto a Ucrania como a Rusia.
El compromiso de apoyar a Ucrania “durante el tiempo que sea necesario” no termina cuando cesan los combates, añadió. Scholz también dejó claro que Ucrania debe recibir apoyo de una manera que impida futuras agresiones y enfatizó que Ucrania no puede permanecer sola y requiere el apoyo continuo tanto de la UE como de los EE. UU., señalando que los EE. UU. y Alemania siguen siendo sus principales partidarios.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, mantuvo una conversación telefónica con el presidente ruso, Vladimir Putin, esta semana, en la que dijo que los dos líderes probablemente se reunirían pronto para negociar un acuerdo de paz sobre Ucrania. Trump luego le aseguró al presidente ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, que él también tendría un lugar en la mesa.
El viernes, el líder ucraniano dijo que su país quiere garantías de seguridad antes de cualquier conversación con Rusia. Poco antes de reunirse con Vance en Múnich, Zelenskiy dijo que sólo aceptará reunirse en persona con Putin después de que se negocie un plan común con Trump.