El presidente de Ucrania lanzó una dura advertencia al afirmar que Rusia podría estar preparando un acto de agresión contra miembros de la OTAN el próximo año. En su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich el viernes, Volodymyr Zelensky dijo que el ataque podría provenir de Bielorrusia.
Rusia se está preparando para una importante escalada militar, que podría apuntar a países de la OTAN ya el próximo año, dijo el presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky.
En su intervención en la Conferencia de Seguridad de Múnich el viernes, Zelensky señaló específicamente a Bielorrusia como plataforma de lanzamiento para un posible ataque futuro. Zelensky afirmó que Kiev “entiende claramente lo que los rusos van a hacer con Bielorrusia”.
“Rusia está preparando 15 divisiones. Se están entrenando entre 100.000 y 150.000 soldados para agravar la situación en dirección a Bielorrusia”, dijo Zelensky. “No estoy seguro de si atacarán a Ucrania, pero atacarán. Tal vez a Ucrania, tal vez a Polonia, tal vez a los países bálticos”.
El presidente de Ucrania afirmó que los políticos de la UE siguen “muy preocupados” por la reacción de Estados Unidos y su posible apoyo en caso de un ataque.
“Todo el mundo en Europa está preocupado. Los europeos están muy preocupados. Tienen miedo de quedarse sin el apoyo de Estados Unidos”.
“Lo que ya vemos es que Europa reforzará aún más esta unidad en torno a Ucrania, porque ésta es su protección. Cada vez comprenden mejor que están en el futuro. No en un futuro lejano, sino en el futuro próximo”, señaló Zelenski.
Pretensiones de ‘ejercicios militares’
A principios de esta semana, el Servicio de Inteligencia de Defensa danés emitió una advertencia similar, diciendo que Rusia podría encontrar la oportunidad de lanzar una guerra a gran escala contra Europa dentro de cinco años si Moscú “percibe a la OTAN como militarmente debilitada o políticamente dividida”.
A principios de 2022, Rusia utilizó a Bielorrusia como plataforma de lanzamiento para su invasión a gran escala de Ucrania. Esto fue precedido por la autorización de Minsk para que las fuerzas armadas rusas realizaran “ejercicios militares” de varias semanas de duración, que eran una fachada para la invasión planeada.
El 24 de febrero, las tropas rusas entraron en Ucrania desde Bielorrusia y ocuparon rápidamente las partes septentrionales de las regiones de Kiev y Chernihiv. Las fuerzas rusas han entrado en las ciudades satélites de Kiev de Bucha, Irpin y Hostomel desde Bielorrusia y han ocupado la zona hasta finales de marzo.
Según estimaciones de la OTAN, la fuerza de ataque que entró en Ucrania desde Bielorrusia contaba con hasta 30.000 soldados rusos.
En diciembre pasado, el aliado de Putin, Alexander Lukashenko, dijo que su país albergaba docenas de armas nucleares rusas y prepararía instalaciones para el despliegue planificado del nuevo misil balístico hipersónico de Moscú.
Sus comentarios se produjeron después de que él y el presidente ruso, Vladimir Putin, firmaran un tratado que otorga garantías de seguridad a Bielorrusia, el aliado más cercano de Moscú, incluido el posible uso de armas nucleares para ayudar a repeler cualquier agresión.
El pacto siguió a la revisión de la doctrina nuclear de Moscú, que por primera vez colocó a Bielorrusia bajo el paraguas atómico ruso en medio de las tensiones con Occidente por la invasión rusa de Ucrania.