Letonia, Estonia y Lituania se unieron al sistema eléctrico europeo el domingo con una ceremonia que destacó la importancia histórica de no depender más de Rusia para su electricidad.
“¡Lo logramos!” Edgars Rinkēvičs, presidente de Letonia, publicó en X:
El acuerdo se produjo más de tres décadas después del colapso de la Unión Soviética, que puso fin a los vínculos finales de los países bálticos con Rusia, una región rica en petróleo y gas. Para los tres países, así como para el resto de Europa, la medida tuvo un gran significado geopolítico y simbólico.
El sábado, todas las líneas de transmisión que quedaban entre ellos y Rusia, Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado, enclavado entre los miembros de la UE Polonia y Lituania y el mar, fueron apagadas una a una. Primero Lituania, donde un reloj de nueve metros de alto construido especialmente en el centro de Vilna había contado los últimos segundos; luego Letonia unos minutos más tarde, seguida por Estonia.
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, así como los presidentes de Polonia y de los países bálticos, tenían previsto asistir a una ceremonia el domingo por la noche en Vilna junto con otros dignatarios.
Los países bálticos, todos miembros de la OTAN, han tenido vínculos a menudo difíciles con Rusia desde que declararon su independencia de la URSS en 1990, y las relaciones alcanzaron un nuevo mínimo tras la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia en 2022.
Dieciséis líneas eléctricas que conectaban los países bálticos con Rusia y Bielorrusia fueron desmanteladas en los últimos años para crear una nueva red que los conecta con el resto de la UE, incluidos cables submarinos en el mar Báltico.
Los tres países bálticos, que juntos tienen una frontera de 1.633 kilómetros con Rusia y Bielorrusia, informaron a Moscú y Minsk del plan de desconexión en 2024 para evitar cualquier reacción hostil.