Australia aprobó el jueves leyes estrictas para combatir los crímenes de odio, introduciendo penas de prisión obligatorias de entre uno y seis años para los delitos de terrorismo y la exhibición de símbolos de odio.
Las nuevas leyes surgen tras una ola de ataques antisemitas en el país, con una docena de arrestos realizados por vandalizar o incendiar viviendas, escuelas y sinagogas en los últimos meses. En uno de esos incidentes el mes pasado, la policía descubrió una caravana que contenía explosivos y una lista de objetivos judíos en un suburbio de Sydney.
La legislación crea nuevos y reforzados delitos de odio que protegen una serie de características, entre ellas la raza, la religión y el género.
Las personas que cometen delitos de odio menos graves (como realizar el saludo nazi en público) se enfrentan a penas mínimas de cárcel de al menos un año, mientras que los culpables de delitos de terrorismo podrían ser encarcelados hasta por seis años.
Aunque el saludo nazi y la exhibición de símbolos nazis fueron prohibidos el año pasado y castigados con hasta un año de prisión, las nuevas leyes implican que la pena de prisión es obligatoria.
“Queremos que las personas que participan en actividades antisemitas sean capturadas, acusadas y encarceladas”, dijo el primer ministro Anthony Albanese a los periodistas el jueves
Los ataques antisemitas en Australia han sido noticia a nivel nacional y han provocado preguntas diarias para Albanese, así como reclamos de inacción por parte de su principal oponente político, el líder del partido liberal conservador Peter Dutton.
Las organizaciones judías y musulmanas y los investigadores del odio han registrado aumentos drásticos en los incidentes alimentados por el odio desde el ataque del 7 de octubre de 2023 de Hamás contra Israel que desencadenó la guerra en Gaza.
Los legisladores australianos dijeron en discursos parlamentarios esta semana que el ataque de Hamas había provocado un estallido de antisemitismo a niveles nunca antes vistos en el país.
Desde octubre de 2023, unas 200 personas han sido acusadas de delitos relacionados con el antisemitismo en el estado de Nueva Gales del Sur, donde se encuentra Sídney, según la policía.
El Ministro del Interior de Australia, Tony Burke, dijo que las nuevas leyes eran “las leyes más duras que Australia ha tenido jamás contra los crímenes de odio”.