El Comité de Presupuesto del Parlamento Europeo aprobó el miércoles un plan de 250 millones de euros para construir una nueva sede de Frontex en Varsovia. La capital polaca ya alberga la agencia en tres edificios diferentes en dos lugares distintos de la ciudad.
La decisión se ha tomado con 23 votos a favor, cinco en contra y 10 abstenciones. Votaron a favor los representantes del Partido Popular Europeo, los Conservadores y Reformistas Europeos y Renew Europe, se abstuvieron los Socialistas y Demócratas (S&D) y los Verdes/ALE y La Izquierda votaron en contra.
La inversión se financiará parcialmente mediante un préstamo, calificado de “financieramente más ventajoso” por Frontex, aunque esto provocó críticas de algunos eurodiputados.
“Si bien reconocemos el trabajo crucial de la agencia y no nos oponemos a una nueva sede, tenemos serias preocupaciones sobre el modelo de financiación, especialmente la financiación mediante préstamos, que podría crear incertidumbre jurídica”, publicó el grupo S&D en X después de la votación.
Incluso el grupo derechista Patriotas por Europa, que en términos generales favorece reforzar el papel de Frontex para contrarrestar la migración ilegal y aumentar los recursos de la agencia, se mostró dividido sobre este punto.
A favor de la propuesta votaron todos los eurodiputados, excepto el húngaro Tamás Deutsch y el holandés Auke Zijlstra. “La votación de hoy no se refería a la protección de las fronteras, sino a la construcción de una sede de lujo de 6.000 metros cuadrados para burócratas de la UE, que sería financiada a crédito por la UE, en contravención de las normas presupuestarias de la UE”, se lee en una nota de la delegación del Fidesz-KDNP en el Parlamento Europeo.