Siete pedófilos escoceses han sido condenados a severas penas de prisión por cometer lo que las autoridades describieron como algunos de los casos más “monstruosos” de abuso infantil.
Los seis hombres y una mujer fueron condenados en noviembre tras un juicio en el Tribunal Superior de Glasgow. Cuatro de ellos, incluida la mujer, fueron declarados culpables de intentar asesinar a una niña colocándola en un horno microondas, mientras que los siete fueron declarados culpables de violación en grupo a una menor. Un hombre y la mujer fueron condenados por múltiples cargos de agresión, agresión sexual, violación y de inducir a una niña a ingerir drogas y alcohol.
El grupo, compuesto por personas de entre 40 y 50 años y adictas a la heroína, recibió el lunes una “orden de restricción de por vida” y no podrán optar a la libertad condicional durante un período de entre nueve y 20 años. Si quedan en libertad, serán vigilados durante el resto de sus vidas.
Las víctimas del grupo dijeron a la policía que les dieron alcohol y cocaína y que las llevaron a “noches de violación” en una casa de Glasgow, y que algunas de ellas las obligaron a abusar de otros niños para el entretenimiento de la pandilla. Los pedófilos les dijeron a sus víctimas que eran “brujas y magos” que podían invocar demonios si los niños se negaban a someterse al abuso, dijeron los fiscales al tribunal en 2023.
Durante el juicio, el juez Lord Beckett calificó este testimonio de “desagradable y chocante” y añadió que el comportamiento de los perpetradores “se hunde en las profundidades de la depravación humana”.
“Los niveles de depravación mostrados en este caso son extremadamente raros en Escocia y el coraje de las víctimas fue esencial para lograr esta condena”, dijo la superintendente detective Nicola Kilbane a Sky News.
“A lo largo de las décadas se han producido algunos casos horrendos, pero éste es verdaderamente escandaloso y al público le resultará difícil creer que los niños… puedan verse expuestos a un trato tan deliberado y atroz, a un abuso tan horrendo”, declaró Matt Forde, portavoz de la Sociedad Nacional para la Prevención de la Crueldad contra los Niños, a la emisora británica.
En Escocia, rara vez se dictan órdenes de prisión perpetua, y normalmente se reservan para los delincuentes violentos y sexuales. Los presos que cumplen esas condenas no pueden ser liberados a menos que puedan demostrar que no representan una amenaza para la comunidad en general.