Friday, January 24, 2025
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Trump en Davos : aumento del 5% en la OTAN y advertencias sobre aranceles para Europa

Trump utilizó Davos para advertir a Europa, exigiendo a los aliados de la OTAN que aumenten el gasto en defensa al 5% del PIB y amenazando con aranceles a las empresas que no fabriquen en Estados Unidos.

Vinculó la caída de los precios del petróleo al fin de la guerra en Ucrania y aseguró que las exportaciones de GNL a Europa continuarían.

En su primer discurso internacional importante desde que regresó a la Casa Blanca, el presidente estadounidense Donald Trump dejó en claro que su segundo mandato no verá ninguna suavización de su postura sobre comercio, defensa o diplomacia global.

Hablando vía videoconferencia en el Foro Económico Mundial en Davos el jueves, Trump lanzó una dura advertencia a los aliados europeos, exigiendo un mayor gasto militar, prometiendo proteger a la industria estadounidense con aranceles y sugiriendo que bajar los precios del petróleo podría poner fin a la guerra en Ucrania.

Pronunciado en el estilo típicamente directo de Trump, el discurso marcó un renovado impulso a su agenda “Estados Unidos Primero”, que podría tensar aún más las relaciones con los líderes europeos que ya se muestran cautelosos ante su regreso.

Comercio: Producir en Estados Unidos o pagar aranceles

El comercio estuvo al frente de los comentarios de Trump, ya que reiteró su antigua demanda de que las empresas prioricen la manufactura estadounidense.

Su mensaje fue simple: las empresas que decidan producir fuera de Estados Unidos enfrentarían consecuencias financieras.

“Mi mensaje a todas las empresas del mundo es muy sencillo: vengan a fabricar sus productos en Estados Unidos y les aplicaremos los impuestos más bajos de cualquier nación del planeta. Pero si no lo hacen, tendrán que pagar un arancel”, declaró.

Trump anunció que las empresas que fabriquen en Estados Unidos se beneficiarán de una reducción del impuesto de sociedades, que pasará del 21% al 15%. Afirmó que se trata de “la tasa impositiva más baja con diferencia” entre las naciones más grandes y económicamente más poderosas del mundo.

Luego dirigió sus críticas hacia la Unión Europea, calificando su sistema regulatorio como un obstáculo para la inversión.

Basándose en su propia experiencia empresarial, Trump contó un proyecto inmobiliario fallido en Irlanda, donde obtuvo la aprobación nacional en una semana, pero le dijeron que la autorización a nivel de la UE tardaría entre cinco y seis años. La demora, dijo, hizo que la inversión fuera inviable.

Más allá de la burocracia, Trump atacó las políticas comerciales de la UE, acusando al bloque de tratar injustamente los productos estadounidenses.

“La UE no se lleva nuestros productos agrícolas ni nuestros coches, pero nos los envía por millones”, argumentó, culpando a los aranceles y restricciones europeos de lo que describió como una relación comercial desequilibrada.

Su retórica se hizo eco de las disputas arancelarias de su primer mandato, lo que generó temores de que un nuevo conflicto comercial entre Estados Unidos y la UE pudiera estar en el horizonte.

OTAN: Un nuevo umbral de gasto en defensa
Trump luego centró su atención en la OTAN y reanudó una de sus demandas más polémicas: mayores contribuciones financieras de los miembros de la alianza. Si bien los países de la OTAN se habían comprometido previamente a asignar al menos el 2% del PIB a la defensa, Trump insistió en que eso era insuficiente.

“También voy a pedir a todos los países de la OTAN que aumenten el gasto de defensa al 5% del PIB, que es lo que debería haber sido hace años”, dijo.

Sus comentarios fueron un desafío directo a los líderes europeos, muchos de los cuales han enfrentado oposición interna a los aumentos del presupuesto militar. Trump se atribuyó el mérito de presionar a los aliados para que cumplieran con el objetivo actual del 2% y advirtió que esperaba compromisos aún mayores en el futuro.

Es probable que la demanda encienda un debate dentro de la OTAN, donde varios países recién comenzaron a cumplir el umbral del 2% establecido en 2014. Al pedir más del doble de esa cantidad, Trump señaló que las contribuciones de la alianza volverían a ser un punto clave de discordia en las relaciones transatlánticas.

Ucrania: La caída de los precios del petróleo podría poner fin a la guerra

Tal vez el momento más polémico del discurso de Trump se produjo cuando vinculó los precios del petróleo con la guerra en Ucrania. “Si el precio [del petróleo] bajara, la guerra entre Rusia y Ucrania terminaría inmediatamente”, afirmó, argumentando que los altos ingresos de la energía estaban permitiendo a Moscú sostener sus operaciones militares.

Trump se comprometió a presionar a Arabia Saudita y a la OPEP para que bajen los precios del petróleo, sugiriendo que las medidas económicas, en lugar de la ayuda militar, podrían ser la clave para poner fin al conflicto. Trump también reiteró su disposición a dialogar directamente con el presidente ruso, Vladimir Putin, y afirmó: “Me gustaría poder reunirme pronto con el presidente Putin y poner fin a esa guerra. Es hora de ponerle fin”.

Aunque no ofreció detalles concretos sobre cómo negociaría la paz, Trump insistió en que “Ucrania está lista para llegar a un acuerdo”.

Es probable que sus comentarios provoquen fuertes reacciones en Europa, donde muchos líderes siguen escépticos ante cualquier enfoque que pueda ser visto como una presión para que Ucrania alcance un acuerdo favorable a Moscú.

Energía: El GNL seguirá llegando a Europa
En medio de especulaciones de que Estados Unidos podría limitar las exportaciones de gas natural licuado (GNL) para priorizar el suministro interno, Trump buscó tranquilizar a los aliados europeos.

Dirigiéndose al director general de TotalEnergies, Patrick Pouyanné, afirmó: “Si llegamos a un acuerdo, lo hacemos, y lo conseguirán”.

También se comprometió a acelerar las aprobaciones de proyectos energéticos, incluidas las plantas de GNL, en un intento de impulsar el suministro y estabilizar los precios.

Un tono familiar, un nuevo panorama político

El discurso de Trump en Davos tuvo todas las características de su primera presidencia: directo, combativo y centrado sin complejos en los intereses estadounidenses.

Sin embargo, el panorama mundial ha cambiado desde su último mandato. Europa ha pasado años forjando nuevas alianzas comerciales, la OTAN ha fortalecido su unidad y la guerra en Ucrania ha reconfigurado las prioridades de seguridad.

Con su regreso al poder, Trump ha dejado claro que pretende reescribir los términos del compromiso de Estados Unidos con el mundo.

Para los líderes europeos, su discurso sirvió como advertencia y como recordatorio: la era Trump ha regresado y no será una situación como la de siempre.

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