El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, prometió a los principales tomadores de decisiones del mundo impuestos más bajos si traían manufacturas a Estados Unidos y amenazó con imponer aranceles si no lo hacían, en su discurso de Davos el jueves.
Hablando por video desde la Casa Blanca en la cumbre anual en Suiza, en apenas su tercer día completo en el cargo, Trump repasó la serie de acciones ejecutivas que firmó desde que asumió el cargo, afirmando que tenía un “mandato masivo” del pueblo estadounidense para generar cambios.
Luego vinieron la zanahoria y el palo.
“Vengan a fabricar su producto en Estados Unidos y les daremos los impuestos más bajos de cualquier otra nación del planeta”, dijo Trump.
“Pero si usted no fabrica su producto en Estados Unidos, lo cual es su prerrogativa, entonces, muy simplemente, tendrá que pagar un arancel -de montos variables-, pero un arancel, que destinará cientos de miles de millones de dólares e incluso billones de dólares a nuestro tesoro para fortalecer nuestra economía y pagar la deuda bajo la administración Trump”.
Los expertos señalan que los aranceles que se imponen a los bienes y servicios que ingresan al país son pagados principalmente por el consumidor final. En el caso de Trump, imponer aranceles a los bienes provenientes de Europa y del resto del mundo perjudicaría el poder adquisitivo del país y la economía estadounidense, afirman.
Trump, quien habló el miércoles con el príncipe heredero de Arabia Saudita, también dijo a los reunidos en Davos que el reino quiere invertir 600.000 millones de dólares (575.600 millones de euros) en Estados Unidos, pero que pediría al príncipe heredero Mohammed bin Salman que aumente esa cifra a 1 billón de dólares (959.000 millones de euros), un comentario que provocó algunas risas entre la multitud en la sala.
El fundador de Davos, Klaus Schwab, invitó a Trump a hablar en persona en la cumbre el próximo año.