Los recientes daños a los cables submarinos de energía y comunicaciones en el Mar Báltico fueron probablemente el resultado de “accidentes marítimos” más que de un sabotaje ruso, informó el The Washington Post citando a varios funcionarios de inteligencia estadounidenses y europeos.
Ahora está surgiendo un consenso en la comunidad de inteligencia occidental sobre la serie de incidentes que afectaron la infraestructura submarina durante las últimas semanas, y no incluye evidencia de ninguna actividad maliciosa, informó el periódico.
Las “comunicaciones interceptadas y otra información clasificada” recopilada por las naciones occidentales indicaron que tripulaciones inexpertas y barcos mal mantenidos estaban detrás de los accidentes, sugirieron funcionarios de los tres países involucrados en las investigaciones.
Funcionarios estadounidenses anónimos dijeron al periódico que en cada caso han surgido “explicaciones claras” que sugieren que el daño fue accidental. Un funcionario europeo dijo que las afirmaciones iniciales de que Rusia estuvo involucrada ahora se enfrentan a “pruebas contrarias” que indican lo contrario.
Las investigaciones se han centrado en tres incidentes que involucraron a buques que viajaban hacia y desde puertos rusos que ocurrieron durante los últimos 18 meses en el Báltico, incluida la rotura de un gasoducto natural en el Golfo de Finlandia en octubre de 2023 atribuida al buque portacontenedores Newnew Polar Bear, y daños a dos cables supuestamente infligidos por el granelero Yi Peng 3 en noviembre.
El último incidente ocurrió a fines de diciembre, cuando un petrolero supuestamente vinculado a Rusia, el Eagle S, supuestamente arrastró su ancla por el cable eléctrico EstLink 2 que conecta Finlandia y Estonia. El barco fue abordado y confiscado por las autoridades finlandesas, y los investigadores afirmaron que al barco le faltaba una de sus anclas.
Moscú ha rechazado las acusaciones de que es responsable de los incidentes en el Báltico.
“Es completamente absurdo seguir culpando a Rusia de todo sin ningún motivo”, declaró en noviembre el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
El servicio fronterizo finlandés detuvo el 26 de diciembre en el mar Báltico al petrolero Eagle S, que partió de San Petersburgo. Se cree que el buque está implicado en daños al cable eléctrico submarino Estlink 2, que une Finlandia con Estonia.