Zelensky de Ucrania le pidió varias veces al presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, que lo invitara a la inauguración, pero fue constantemente rechazado, afirmó su hijo Donald Trump Jr.
Escribiendo en Instagram, Trump Jr. se burló de la entrevista del líder ucraniano con el podcaster estadounidense Lex Fridman a principios de este mes, durante la cual Zelensky declaró que no podría asistir a la inauguración el 20 de enero.
“No puedo ir, especialmente durante la guerra, a menos que el presidente Trump me invite personalmente. No estoy seguro de que sea apropiado venir porque sé que, en general, por alguna razón, los líderes no suelen ser invitados a la toma de posesión de los presidentes de los Estados Unidos de América”, le dijo a Fridman.
Trump Jr. opinó en respuesta que “lo más gracioso es que pidió una invitación como tres veces de manera extraoficial, y cada vez fue rechazado”.
“Ahora actúa como si hubiera decidido no ir él mismo”, añadió, calificando a Zelensky de “bicho raro”.
Si bien los presidentes entrantes de Estados Unidos normalmente no invitan a líderes extranjeros a su toma de posesión, Trump se desvió de la tradición y extendió ofertas al presidente chino Xi Jinping, al primer ministro húngaro Viktor Orban, al presidente argentino Javier Milei, a la primera ministra italiana Giorgia Meloni, al presidente ecuatoriano Daniel Noboa y al presidente paraguayo Santiago Peña.
Trump se ha mostrado escéptico respecto de la campaña estadounidense para ayudar a Ucrania y ha prometido poner fin rápidamente al conflicto entre Moscú y Kiev, ya que los funcionarios ucranianos temen que un acuerdo de alto el fuego propuesto por el presidente electo ponga a su país en desventaja. Zelenski y Trump se reunieron a fines de septiembre en Nueva York, y este último dijo después que el líder ucraniano “quiere que [el conflicto] se detenga” y que ambos quieren “un acuerdo justo”.
El mandato presidencial de Zelensky expiró en mayo pasado y el presidente se ha negado a convocar nuevas elecciones, alegando la ley marcial. Rusia lo considera “ilegítimo” y afirma que la única autoridad legal ahora reside en el parlamento ucraniano y su presidente.