Los gigantes automovilísticos europeos, incluidos Mercedes-Benz y BMW, han pedido a la Comisión Europea que acepte un “gran acuerdo” con el presidente entrante de Estados Unidos, Donald Trump, para proteger la industria automovilística europea.
La petición se produce en un momento en que las tensiones entre la UE y EE. UU. empeoran, con el riesgo de una escalada de la guerra comercial.
Trump prestará juramento como presidente de Estados Unidos el lunes. Ya ha revelado que pretende imponer aranceles sustanciales a las importaciones chinas a Estados Unidos y existe una creciente preocupación de que el nuevo presidente pueda tomar represalias contra los países que siguen comerciando y manteniendo buenas relaciones con China.
La Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles (ACEA) ha instado a la Comisión Europea a hacer todo lo posible para garantizar que el comercio con China y Estados Unidos se mantenga lo más abierto posible.
La organización también ha destacado que tanto China como Estados Unidos son cruciales para el éxito de la industria automovilística europea.
La ACEA representa a varias empresas automovilísticas, entre ellas BMW Group, Ford Europa, Jaguar Land Rover, Renault Group, Opel Group y Volkswagen Group.
En una carta a los líderes de la UE, el recién elegido presidente de la ACEA, Ola Källenius, afirmó: “En lo que respecta a China, la igualdad de condiciones no debería utilizarse de forma que se corten mercados y se pongan en peligro cadenas de suministro que funcionan bien desde hace tiempo. En lugar de levantar muros, el mercado interior europeo debería fortalecerse y hacerse más resistente.
“Ambas regiones, la UE y China, desean proteger los puestos de trabajo en sus mercados nacionales y, al mismo tiempo, aprovechar los beneficios del libre comercio internacional. En ese sentido, ambas partes tienen interés en llegar a un acuerdo. Por eso reconocemos los esfuerzos de los responsables políticos de la UE y de China por encontrar una solución mutuamente aceptable en el caso antisubvenciones de la UE. Estas negociaciones deben llegar a una conclusión positiva lo antes posible”.
Källenius también destacó que las medidas proteccionistas pueden no ser siempre la mejor solución en todos los casos, aunque señaló que las guerras comerciales no tienen ganadores.
La industria automovilística europea sigue en apuros
La industria automovilística europea sigue enfrentándose a obstáculos debido a la creciente competencia de sus rivales chinos, cuyos productos suelen ser más baratos y ofrecer prestaciones más inclusivas. Además, están subvencionados. Esto ha llevado al bloque a imponer mayores aranceles a los fabricantes chinos de vehículos eléctricos que importan sus vehículos a la UE.
La industria automovilística alemana se ha mostrado especialmente opuesta a los aranceles, por temor a represalias. Varias de las principales marcas automovilísticas alemanas, como BMW, Volkswagen, Audi y Mercedes-Benz, tienen importantes operaciones en China.
El gobierno chino también les ha ofrecido una serie de beneficios, como terrenos más baratos, exenciones fiscales y más.
Como China es uno de los mayores mercados para las empresas automovilísticas europeas, también hay cada vez más preocupaciones sobre la posibilidad de que el país imponga sus propios aranceles a las importaciones de automóviles. Volkswagen ya vendió sus operaciones en Xinjiang, citando “razones económicas”.