Dinamarca se ha comunicado en privado con el equipo del presidente electo Donald Trump, mostrando su disposición a discutir el aumento de la presencia militar estadounidense en Groenlandia, informó Axios el sábado, citando a personas familiarizadas con el asunto.
Recientemente, Trump provocó revuelo en Copenhague cuando sugirió que Estados Unidos debería adquirir la isla autónoma del Ártico de manos de Dinamarca. Se negó a descartar el uso de la fuerza, pero ofreció pocos detalles sobre cómo su gobierno convencería a Dinamarca de que renuncie al control sobre Groenlandia.
Copenhague está interesada en evitar un enfrentamiento público con Trump y se ha puesto en contacto con el equipo del presidente entrante para solicitar una aclaración de sus declaraciones, afirmó el medio.
El gobierno danés dejó claro que Groenlandia no está en venta, pero también transmitió su disposición “a discutir cualquier otra solicitud estadounidense respecto a la isla”, indicó Axios.
Las fuerzas estadounidenses están estacionadas en la isla desde la Segunda Guerra Mundial. Estados Unidos mantiene una base militar en Groenlandia y tiene un acuerdo de defensa con Dinamarca, en virtud del cual puede construir bases militares adicionales.
Groenlandia desempeñó un papel militar importante durante la Guerra Fría, al albergar la infraestructura estadounidense de alerta temprana de misiles balísticos.
Trump, que asumirá el cargo el 20 de enero, ha dicho que la propiedad de la isla es una “absoluta necesidad” para la seguridad nacional de Estados Unidos
Tanto la primera ministra danesa, Mette Frederiksen, como el líder independentista de Groenlandia, Mute Egede, han descartado vender el territorio de ultramar a Trump. A principios de esta semana, Frederiksen dijo que había propuesto negociaciones al equipo de Trump, reafirmando que Copenhague y Washington comparten el objetivo de “fortalecer la seguridad de la alianza occidental”.
Egede ha dicho que también está dispuesto a hablar con el presidente electo de Estados Unidos. El viernes, en una conferencia de prensa conjunta con Frederiksen, reafirmó su compromiso con la independencia.
“Groenlandia es para el pueblo groenlandés. No queremos ser daneses ni estadounidenses”, afirmó. Agregó que Groenlandia seguirá trabajando con Estados Unidos.