Casi uno de cada tres europeos ha probado drogas ilegales en su vida, pero no todos los países son iguales en lo que se refiere a sus hábitos de consumo de drogas o su impacto en la salud.
El consumo regular de drogas se asocia a un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, problemas de salud mental, accidentes y enfermedades infecciosas como el VIH cuando se trata de drogas inyectables.
En toda la Unión Europea, el 15 por ciento de los adultos jóvenes han consumido cannabis (la planta de la marihuana) en el último año, mientras que el 2,5 por ciento ha consumido cocaína, según un informe de la Comisión Europea y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).
Mientras tanto, el consumo de cocaína es más alto en los Países Bajos, España e Irlanda, y más bajo en Turquía, Portugal, Polonia y Hungría.
Cabe destacar que la dureza de un país con las drogas no parece tener mucha incidencia en su disponibilidad, al menos para los jóvenes, según Sabrina Molinaro, epidemióloga y directora de investigación del Consejo Nacional de Investigación de Italia, que coordina el Proyecto de Encuesta Escolar Europea sobre Alcohol y otras Drogas.
“Las sanciones más importantes afectan sólo a las personas que consumen la sustancia una o menos veces al año, no a los verdaderos [grandes] consumidores”, explicó Molinaro a Euronews Health.
Su encuesta ha rastreado el consumo de drogas entre jóvenes de 16 años en Europa desde la década de 1990.
Dijo que las tendencias generacionales en los hábitos de consumo de drogas son notablemente consistentes a lo largo del tiempo, lo que significa que los patrones entre los jóvenes de hoy aparecerán en los datos de los adultos en unos pocos años.
Por ejemplo, si bien históricamente los adolescentes varones han sido más propensos que las niñas a consumir cannabis, esa brecha se ha ido reduciendo en los últimos años y en algunos países el consumo por parte de las niñas incluso supera al de los niños, dijo.
Otras drogas ilegales presentan riesgos crecientes en Europa
El cannabis y la cocaína son las dos drogas ilegales más consumidas en la UE, pero otras drogas, como el MDMA (también llamado molly o éxtasis), la heroína y otros opioides, las sustancias psicodélicas y las drogas sintéticas suponen riesgos crecientes, y Europa está inundada de más drogas que nunca, dijo la agencia de monitoreo de la UE a principios de este año.
Las drogas sintéticas, como los cannabinoides y estimulantes fabricados en laboratorio, son motivo de especial preocupación porque es difícil para las autoridades nacionales identificar los compuestos problemáticos, prohibirlos y detener a los traficantes con la suficiente rapidez, dijo Molinaro.
“Son muy peligrosos [porque] no sabes lo que estás tomando” y porque los medicamentos a menudo se fabrican en laboratorios de baja calidad con potencial de “contaminación”, dijo Molinaro.
Según la EUDA, en 2022 se desmantelaron cientos de laboratorios de drogas sintéticas en la UE y, al año siguiente, su sistema de alerta temprana detectó siete nuevas sustancias opioides sintéticas, que son muy potentes.
“Ese es un problema de salud muy grande en la población adulta”, dijo Molinaro.