El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, anunció una amplia agenda para abordar lo que llamó “la locura transgénero” durante un discurso en la conferencia AmericaFest en Phoenix, Arizona.
Dirigiéndose a una multitud de jóvenes conservadores el domingo, Trump se comprometió a implementar múltiples políticas relevantes en su primer día en el cargo.
“Firmaré órdenes ejecutivas para poner fin a la mutilación sexual infantil, retirar a las personas transgénero del ejército y evitar que ingresen a nuestras escuelas primarias, secundarias y preparatorias”, afirmó Trump, señalando el regreso a políticas desmanteladas durante la administración Biden. Además, prometió hacer cumplir la prohibición de atletas transgénero en deportes femeninos.
“Será la política oficial del gobierno de Estados Unidos que sólo haya dos géneros: masculino y femenino”, declaró.
Ahora que los republicanos se preparan para tomar el control de ambas cámaras del Congreso junto con la Casa Blanca, el partido está en condiciones de promover una agenda conservadora en materia de cuestiones LGBTQ.
La semana pasada, el Congreso aprobó un presupuesto de defensa que incluye una disposición que prohíbe la financiación federal de ciertos tratamientos médicos denominados “de afirmación de género” para los hijos de los militares estadounidenses.
La orden ejecutiva que Trump planea ordenar para prohibir que las personas transgénero se unan al ejército estadounidense afectaría no solo a quienes se enlisten en el futuro, sino también al personal que ya presta servicio, informó el NYT en noviembre. Esta legislación propuesta se considera una versión más estricta de la prohibición que Trump promulgó durante su primer mandato.
En 2018, Trump prohibió a las personas transgénero abiertamente unirse al ejército, pero permitió que quienes ya estaban sirviendo mantuvieran sus puestos. En ese momento, Trump afirmó que había consultado a expertos militares y concluyó que las personas trans no deberían servir en ningún cargo. Enfatizó que permitir que esas personas ingresen al ejército genera “enormes costos médicos” debido a la necesidad de costosos tratamientos hormonales y atención especializada.
La prohibición fue revocada por el presidente saliente Joe Biden en 2021.