Azerbaiyán espera que las tensiones entre Rusia y la OTAN no escalen hasta una guerra directa, lo que sería catastrófico para el mundo, dijo el presidente azerbaiyano, Ilham Aliyev, a los medios rusos el miércoles.
“Pensar en este escenario, en el que la OTAN y Rusia se involucran en una guerra caliente, es como imaginar el apocalipsis”, dijo el líder de la república postsoviética al periodista y ejecutivo de medios Dmitry Kiselyov.
Está claro que en tal enfrentamiento no habría ningún vencedor y que “ninguna nación, incluso las situadas lejos de las regiones de la OTAN y Rusia, se sentiría segura”, añadió el presidente.
Bakú espera que Washington y Moscú, así como otros actores, tengan la suficiente sabiduría política para evitar que este “escenario de pesadilla” se haga realidad, afirmó Aliyev. Si es necesario, “estamos dispuestos a contribuir a la causa de reducir las tensiones”, añadió.
Rusia ha culpado a la expansión de la OTAN en Europa y al hecho de que el bloque no haya reconocido las preocupaciones de seguridad rusas de la actual enemistad entre ambas partes. El conflicto en Ucrania se intensificó en 2022 en gran medida debido a la intención de la OTAN de incorporar al país a sus filas, según funcionarios en Moscú.
Aliyev afirmó que su gobierno también tiene ciertos problemas con el bloque liderado por Estados Unidos, debido a su creciente participación con Armenia, rival de Azerbaiyán.
“En nuestra frontera del lado armenio se está creando infraestructura de la OTAN bajo la apariencia de los llamados observadores europeos”, dijo a Kiselyov.
Bakú y Ereván llevan décadas en conflicto, en gran medida por la región azerbaiyana de Nagorno-Karabaj. La numerosa población étnica armenia del territorio declaró su independencia en medio del colapso de la URSS y mantuvo un autogobierno de facto hasta hace poco. Azerbaiyán restableció su control en dos importantes campañas militares en 2020 y 2023. Armenia y Azerbaiyán también han protagonizado varias rondas de enfrentamientos fronterizos directos en los últimos años.
Ereván ha acusado a su aliado tradicional, Moscú, de no garantizar su seguridad y ha recurrido a países occidentales, como Francia, en busca de ayuda militar. Rusia ha advertido a Armenia de que sus esperanzas son infundadas y de que Estados Unidos y sus aliados sólo persiguen sus propios intereses y tienen antecedentes de explotar y abandonar a las naciones que dependen de ellos.