Kaja Kallas no se desvía del camino marcado hace más de dos años por la Unión Europea: hay que seguir ayudando a Ucrania sobre el terreno. “Ucrania necesita nuestro apoyo en el campo de batalla. Cuanto más fuertes sean en el campo de batalla, más fuertes serán también detrás de la mesa de negociaciones.
No solamente para aguantar, sino para inclinar la balanza a su favor”, desarrolló la ex primera ministra estonia, que confirmó también la aprobación del decimoquinto paquete de sanciones contra Rusia, centrado sobre todo en las amenazas híbridas y en la llamada ‘flota fantasma’, que son barcos de terceros países que ayudan a Moscú.
“Debemos apoyar militarmente a Ucrania. Para finales del invierno, la Unión Europea habrá entrenado a 75.000 soldados ucranianos. Y este mes, la Unión Europea ha proporcionado a Ucrania 4.200 millones de apoyo a su presupuesto”, añadió Kallas, que tiene abierta la vía de que los países europeos puedan enviar misiones de paz sobre el terreno, algo sobre lo que se niegan algunos socios como España.
Kallas asume que “no se puede hablar de paz” en estos momentos, así que esa opción no es demasiado realista. “Ahora Ucrania necesita más munición, defensas aéreas más fuertes y más apoyo también para su propia industria de defensa. Y debemos dar a Ucrania lo que necesita para ganar esta guerra”, concluyó, haciéndose cargo de las peticiones de Volodimir Zelenski.
La jefa de la diplomacia europea ve débil a Vladimir Putin en el escenario actual, como daño colateral por ejemplo de la caída de Bashar al Asad en Siria. “Creo que lo que también demostró la caída del régimen de Asad es que Rusia está debilitada y que no puedes apostar por Putin. No te apoya cuando lo necesitas”, añadió la Alta Representante.
Esta posición de Kallas y de la UE coincide con la invitación del secretario general de la OTAN, Mark Rutte, tanto al presidente ucraniano como a otros líderes europeos como Emmanuel Macron, Olaf Scholz o el presidente polaco Andrej Duda para reunirse y abordar el futuro de la ayuda a Kiev. También es posible que acuda Giorgia Meloni, según han apuntado fuentes diplomáticas. Estos contactos se darán en los márgenes de la cumbre del Consejo Europeo que tiene lugar esta semana en Bruselas. El objetivo, dicen, es profundizar en elementos ya conocidos sin que esté sobre la mesa una cercana negociación con Rusia.
Georgia es otro melón abierto en Bruselas y es relevante porque se trata de un país que aspira a ser candidato a la adhesión. De hecho, está marcado por las revueltas fruto de la decisión del Gobierno prorruso de frenar ese proceso. “La situación no va en la dirección positiva para el pueblo georgiano. Las democracias no oprimen las voces de la oposición ni coartan la libertad de los medios de comunicación”, avisó Kallas.
En respuesta, hemos rebajado los contactos políticos y conseguido financiación para el gobierno georgiano. Hemos acordado la necesidad de poner fin al régimen de exención de visados para titulares de pasaportes diplomáticos y la comisión hará una propuesta ya este año. Y también hemos hablado de sancionar a los funcionarios georgianos que están detrás de la violencia contra manifestantes pacíficos”, pero ese acuerdo para las medidas restrictivas todavía no ha llegado.