Las Zonas Económicas Especiales (ZEE) de Venezuela y China apuntalan la consolidación un modelo de desarrollo económico basado en la inversión, la tecnología y la soberanía productiva que se potencian a través de la cooperación.
En el marco de su reciente visita a China, la vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, destacó la importancia de las Zonas Económicas Especiales como eje estratégico para fortalecer la cooperación bilateral.
Durante su recorrido por la empresa Kingdee, en Shenzhen, Rodríguez conoció tecnologías avanzadas en inteligencia artificial y análisis de datos, utilizadas en más de 170 países para optimizar procesos productivos.
Esta visita refleja el enfoque tecnológico de las ZEE, que además de otorgar beneficios fiscales para atraer inversiones e impulsar sectores clave como la inteligencia artificial y la industria digital también se desarrollan como núcleos de cooperación y de intercambio de conocimientos y tecnologías de manera soberana.
Según Rodríguez, empresas como Kingdee ofrecen oportunidades para que Venezuela avance en la automatización de procesos y la formación de talentos digitales ya sea a través de programas de capacitación, de intercambio de experiencias o de desarrollo de programas conjuntos.
Desde 2023, Venezuela y China han formalizado acuerdos para desarrollar ZEE de manera conjunta entre regiones como Shenzhen–La Guaira, Shenzhen-Paraguaná, Shanghái–Carabobo y Shandong–Anzoátegui-Monagas.
Estos espacios no solo apuntan a la innovación tecnológica, sino también a la transferencia de conocimientos y al fortalecimiento del sector productivo venezolano.
Marco legal y objetivos de las ZEE
La Ley Orgánica de las Zonas Económicas Especiales de Venezuela, promulgada en el año 2022, establece las bases para regular su creación, funcionamiento y desarrollo.
A diferencia de las antiguas “zonas francas”, las ZEE venezolanas priorizan la soberanía económica y la producción nacional, con énfasis en los sectores primario y secundario.
Esta normativa promueve el encadenamiento productivo, la diversificación de exportaciones y la sustitución de importaciones.
Asimismo, otorga incentivos fiscales y garantías jurídicas para atraer inversiones nacionales e internacionales, bajo estrictas regulaciones del Estado.
Una de las características clave de estas ZEE es su enfoque territorial, que busca articular el desarrollo local con las actividades económicas a nivel nacional.
Esto incluye la movilización de bienes y servicios en áreas estratégicas para reducir la dependencia de importaciones y superar las restricciones impuestas por medidas coercitivas unilaterales.
Pasado y futuro de las ZEE
Este tipo de estrategias fueron implementadas en China a partir de 1980 como un mecanismo para integrar el modelo de economía planificada con una apertura a la inversión y actividad comercial exterior.
Lideradas por iniciativas del gobierno de Deng Xiaoping, se convirtieron en puntos estratégicos para desarrollar la economía mixta y fortalecer el papel del Estado en proyectos industriales, tecnológicos y comerciales.
A través de incentivos a la inversión y la capacitación de una fuerza laboral altamente calificada, China logró que sus empresas estatales se beneficiaran inicialmente de estos enclaves, consolidando un modelo que no solo atrajo capital extranjero, sino que también potenció sus propias capacidades productivas.
En tanto, a diferencia de experiencias previas venezolanas, la incorporación del nuevo esquema de ZEE en la nación sudamericana intenta superar la dependencia de economías externas y fomentar el desarrollo interno mediante la diversificación de exportaciones y la reducción de importaciones.
Pero además, las ZEE de Venezuela y China han logrado establecer un marco inicial de cooperación en áreas estratégicas como infraestructura, tecnología y educación.
La empresa Kingdee, por ejemplo, ha ofrecido programas de capacitación para formar profesionales en innovación digital, lo que abre nuevas posibilidades para el talento venezolano.
Aunque las realidades de China y Venezuela son distintas, las experiencias del gigante asiático ofrecen valiosas lecciones.
Mientras que China logró insertar su modelo en las dinámicas globales del offshoring y outsourcing de las décadas de 1980 y 1990, Venezuela enfrenta hoy el reto de adaptarse a un panorama internacional cambiante y condicionado por bloqueos económicos.
Este esquema de planificación, a su vez, continúa su desarrollo. Con motivo de la creación de cuatros nuevas ZEE, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, aseguró estar seguro de que este tipo de estrategia “va a permitir seguir avanzando, con mucho empeño, con mucha perseverancia, en la construcción de un nuevo modelo económico”.
La estrategia venezolana, influenciada también por modelos regionales como la ZEE del Mariel en Cuba, tiene como directriz la creación de un sistema propio que combine incentivos fiscales y desarrollo interno, alineado con un objetivo de reinsertar al país en el comercio global más allá de los hidrocarburos.