El líder de la oposición venezolana, Edmundo González Urrutia, lo tiene muy claro: viajará a Caracas el 10 de enero para tomar posesión como presidente de su país. Así lo ha manifestado este martes durante el evento El reto de la liberación en Venezuela: DDHH, Justicia y Democracia, celebrado en la sede de la Asociación de la Prensa de Madrid en el marco del Día de los Derechos Humanos y a un mes exacto del día en el que pretende asumir el cargo en sustitución de Nicolás Maduro.
“Con miedo no se va a la guerra. Estoy convencido de que voy a viajar a Venezuela por alguna vía”, ha sostenido el exdiplomático ante la mirada de medios de comunicación, familiares de presos políticos y de su compañera de lucha, María Corina Machado, quien ha intervenido en el acto de forma telemática.
La Constitución aprobada bajo el mandato del expresidente Hugo Chávez en 1999 establece que el presidente electo debe asumir el cargo el 10 de enero y así se han encargado de transmitirlo tanto González como Machado. Sin embargo, ambos reconocen que el camino no será fácil.
“Sabemos que entre quienes aún controlan el Estado venezolano no existe ninguna disposición de acatar la voluntad ciudadana expresada en las elecciones presidenciales”, ha admitido el exembajador, quien desde el 28 de julio denuncia que se produjo un fraude electoral. No obstante, también ha recalcado que esa suele ser la actitud de los “gobiernos de facto”, los cuales “terminan abandonando el poder a través de situaciones inesperadas o poco convencionales”.
González ha expresado que continúa dispuesto a facilitar una “transición ordenada y concertada” en su país. También ha destacado la necesidad de seguir ejerciendo “presión democrática y diplomática” para lograr el cambio político, que se alcanzaría con el apoyo de las democracias del mundo.
Al ser preguntado por las violaciones de derechos humanos que se cometen en Venezuela, González ha expresado que estas cesarán cuando tome posesión. “Más temprano que tarde nuestro país verá completarse el cambio que tanto anhela”, ha manifestado.
Con respecto al reconocimiento de Edmundo González como presidente electo por parte de las democracias del mundo, Machado ha indicado que aspira a que dichos Gobiernos acepten el resultado de las actas, las cuales fueron difundidas por la oposición al término de la jornada electoral. “Lo han dicho el Parlamento Europeo y las Cortes españolas.
Es momento de demostrar que no se puede ser equidistante entre un pueblo democrático que ha decidido vivir en libertad y un régimen que oprime. Todo aquel que mantenga una posición de indiferencia se está colocando del lado del opresor”, ha enfatizado, haciendo referencia a los Ejecutivos que todavía no dan por ganador de los comicios ni a Maduro ni a González.
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, se abrió la semana pasada a imponer más sanciones contra Maduro y su equipo, pero no aclaró si España dará los pasos para reconocer a González.
También dijo que el opositor no le ha pedido “nada” y que estaría dispuesto a volver reunirse con él. Sobre estas declaraciones, Machado ha asegurado que González no tiene por qué solicitar nada específico. “No es un tema de reuniones, sino de la Constitución venezolana. No es un tema de pedir concesiones ni favores, es de cumplir la ley y de que todos los gobiernos democráticos del mundo hagan lo que les corresponde”, ha sentenciado.
“El régimen está profundamente dividido y fracturado. Nunca ha estado tan débil y aislado como ahora”, ha continuado diciendo Machado y ha exclamado que el líder del oficialismo solo tiene dos opciones: aceptar los términos de la negociación ofrecidos -que pasan por el reconocimiento de González como presidente- o prolongar “a sangre y fuego la tragedia”.
Según Machado, el atornillarse otros seis años en el poder “sería el peor error que puede cometer, porque a partir de ese momento se incrementará la presión como nunca antes lo ha visto”.