El sector de la aviación civil en el mundo es objeto de constantes turbulencias que afectan la ocupación y los salarios e inciden en las brechas de género, evaluó hoy un organismo de Naciones Unidas.
Los datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sugieren que la rama se caracteriza por “niveles muy fluctuantes y una estructura cambiante de la ocupación, desequilibrios de género persistentes y otros retos relacionados con el trabajo decente”.
A juicio de la entidad, todo ello está vinculado a la naturaleza cíclica y competitiva de la industria, la cual resulta vital para las economías al posibilitar el comercio y el turismo internacionales y generar millones de empleos directos e indirectos.
Las estimaciones de la OIT contemplan el transporte aéreo tanto de pasajeros como de mercancías, junto con actividades incidentales y de apoyo que incluyen la explotación de aeropuertos y la manipulación de carga; es decir, sin contar la fabricación aeronáutica.
A lo largo de los años, disímiles tendencias han configurado la rama; a saber, la privatización, la desregulación y la aparición de las compañías aéreas de bajo costo, indicó el reporte publicado este viernes.
En algunos casos, señala el documento, los efectos de la alta competencia y la presión para reducir costos se han trasladado a los trabajadores, con incidencias concretas en aspectos como la estabilidad de la ocupación, la seguridad laboral, los salarios y las horas de trabajo.
De acuerdo con el diagnóstico, la naturaleza cíclica de la rama resulta evidente en los patrones del empleo: la ocupación en los subsectores de la aviación civil sube y baja junto con los indicadores de producción, como la cantidad de pasajeros, el volumen de carga y el número de salidas de las aerolíneas.
No obstante, advirtió la OIT, las fluctuaciones de la ocupación son a menudo más pronunciadas que los cambios en los indicadores de producción relacionados.
El carácter cíclico del sector también tiene implicaciones en términos contractuales: por ejemplo, las compañías aéreas utilizan muchos tipos de acuerdos, incluidas organizaciones intermediarias como las empresas de trabajo temporal, sustenta el examen.
Según la pesquisa, la segregación ocupacional ha persistido a lo largo del tiempo, con una proporción muy limitada de mujeres empleadas como pilotos de aeronaves, mecánicos, reparadores de motores y otras labores profesionales afines.
Esa asimetría va acompañada de diferencias salariales por cuestiones de género; en casi todos los países objetos del estudio, ellas cobraron menos que los hombres en las mismas ocupaciones durante el último año con datos disponibles, reveló la OIT.
En opinión de la fuente, “queda mucho por hacer, no solo para abordar la desigualdad de género y las diferencias salariales, sino también para hacer frente a los efectos de los rápidos cambios tecnológicos y los ambiciosos objetivos de descarbonización”.