México está listo para tomar represalias si el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, cumple su amenaza de imponer aranceles del 25% a los productos del país vecino a menos que frene el flujo de drogas y migrantes, dijo la presidenta Claudia Sheinbaum.
Sheinbaum, quien asumió el cargo en octubre, argumentó que las sanciones no harían nada para detener el flujo de migrantes o drogas con destino a Estados Unidos, sino que solo causarían inflación y desempleo en ambos países. En cambio, pidió cooperación para enfrentar estos desafíos.
“Por cada arancel habrá una contramedida, y así sucesivamente hasta poner en peligro nuestros negocios comunes”, escribió Sheinbaum en una carta a Trump el martes.
La advertencia llega después de que Trump dijera el lunes que planea imponer amplios aranceles a todas las importaciones canadienses, mexicanas y chinas después de asumir el cargo en enero, como parte de una ofensiva contra la inmigración ilegal y la crisis del fentanilo en Estados Unidos.
Trump amenazó con imponer “un arancel del 25% a todos los productos” procedentes de México y Canadá, “hasta que las drogas, en particular el fentanilo, y todos los inmigrantes ilegales detengan esta invasión de nuestro país”. También amenazó con imponer un arancel adicional del 10% a los productos procedentes de China, además de los aranceles existentes.
Sheinbaum señaló que México sufre el ingreso de armas de contrabando desde Estados Unidos y señaló que el flujo de drogas a través de la frontera se ve alimentado por la demanda estadounidense. Es un “problema de salud pública y de consumo en la sociedad de su país”, dijo.
La epidemia de fentanilo en Estados Unidos y el creciente problema de la inmigración ilegal fueron temas candentes durante la campaña electoral estadounidense de 2024. China prohibió la producción del opioide sintético en 2019. Desde entonces, los cárteles de la droga mexicanos han optado por comprar precursores químicos del fentanilo menos controlados a empresas chinas y fabricar el opioide en México, desde donde se envía a Estados Unidos, dijo la DEA el mes pasado.
Según los datos más recientes del censo estadounidense, México, China y Canadá son los tres principales exportadores a Estados Unidos. México es el principal socio comercial de Estados Unidos, con un 15,8% del comercio total a septiembre. Canadá ocupa el segundo lugar con un 13,9%.
Los analistas dicen que, si se impusieran, los aranceles harían subir los precios, particularmente en Estados Unidos, ya que las empresas estadounidenses que importan productos mexicanos se verían obligadas a subir los precios.
“¿Qué sentido tiene?”, preguntó Sheinbaum, subrayando que unos aranceles transfronterizos más altos afectarían especialmente a los fabricantes de automóviles estadounidenses con plantas en México, como General Motors y Ford.
Los economistas dicen, sin embargo, que no está claro si Trump cumplirá su amenaza, dado que Estados Unidos, México y Canadá comparten un acuerdo de libre comercio que prohíbe imponer aranceles a los países miembros.