El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, dijo el martes que recomendaría a su gabinete adoptar un acuerdo de alto el fuego negociado por Estados Unidos con el Hezbolá del Líbano, mientras aviones de guerra israelíes atacaban Líbano, matando al menos a 23 personas.
El ejército israelí también emitió una serie de advertencias de evacuación, una señal de que pretendía infligir castigo a Hezbolá hasta los últimos momentos antes de que se estableciera un alto el fuego. Por primera vez en el conflicto, las tropas terrestres israelíes llegaron a partes del río Litani del Líbano, un punto focal del acuerdo emergente.
En una declaración televisada, Netanyahu dijo que presentaría el alto el fuego a los ministros del gabinete más tarde el martes, preparando el escenario para el fin de casi 14 meses de combates.
Netanyahu dijo que se esperaba que la votación se llevara a cabo más tarde el martes. No estaba claro de inmediato cuándo entraría en vigor el alto el fuego y no se dieron a conocer los términos exactos del acuerdo. El acuerdo no afecta a la guerra de Israel contra Hamás en Gaza, que no muestra señales de terminar.
Las advertencias de evacuación abarcaron muchas zonas, incluidas partes de Beirut que no habían sido atacadas anteriormente. Las advertencias, sumadas al temor de que Israel estuviera intensificando los ataques antes de un alto el fuego, hicieron que los residentes huyeran. El tráfico estaba paralizado y algunos coches tenían colchones atados a ellos. Decenas de personas, algunas en pijama, se reunieron en una plaza central, acurrucadas bajo mantas o de pie alrededor de fogatas mientras los drones israelíes zumbaban ruidosamente sobre sus cabezas.
Mientras tanto, Hezbolá continuó disparando cohetes, haciendo sonar las sirenas de ataque aéreo en todo el norte de Israel.
Los funcionarios libaneses han dicho que Hezbolá también apoya el acuerdo. Si es aprobado por todas las partes, el acuerdo sería un paso importante para poner fin a la guerra entre Israel y Hezbolá que ha inflamado las tensiones en toda la región y ha suscitado temores de un conflicto aún más amplio entre Israel y el patrón de Hezbolá, Irán.