El colapso del gobierno del canciller Olaf Scholz pocas horas después de que Donald Trump fuera elegido presidente de Estados Unidos es una señal de que Alemania se ha convertido en una “república bananera”, dijo la portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia, Maria Zakharova.
La coalición se derrumbó el miércoles, motivada por desacuerdos sobre el déficit presupuestario y una mayor ayuda a Ucrania.
“La ruptura de la coalición ha puesto de manifiesto el principal problema del sistema político alemán: es una clásica ‘república bananera’”, escribió la portavoz en su canal de Telegram. Según Zakharova, Berlín no ha sabido mantener buenas relaciones económicas con Rusia, el proveedor de gas natural barato, que es “vitalmente importante para sus ciudadanos y su industria”.
El gobierno de Scholz tampoco pudo mantener a flote la economía nacional y permitió que sus industrias “emigraran” a Estados Unidos, afirmó la portavoz, añadiendo que aparentemente todo se hizo para “complacer a Washington”.
El mes pasado, el periódico Sueddeutsche Zeitung informó que se espera que la economía alemana se contraiga por segundo año consecutivo, en su lucha por mantenerse al día con los crecientes costos de la energía después de cortar el suministro de gas ruso. La producción industrial del país cayó un 4,6% interanual en septiembre, ya que los pedidos de productos fabricados en el país también se desplomaron, según datos oficiales publicados esta semana.
“Berlín dejó incluso de fingir que el gobierno alemán tenía soberanía y… no era simplemente un representante de los neoliberales estadounidenses en la UE”, añadió Zakharova.
Scholz despidió el miércoles por la noche al ministro de Finanzas, Christian Lindner, líder del Partido Democrático Libre (FDP), un partido favorable a las empresas. El FDP era uno de los tres partidos que formaban la coalición gubernamental alemana junto con los socialdemócratas de la canciller y los Verdes.
En respuesta a la destitución, el FDP anunció su retirada del gobierno y puso fin formalmente a la coalición tripartita. Scholz quedó así con un gobierno minoritario integrado únicamente por su propio partido y los Verdes.
El jueves, Scholz admitió que la ayuda a Ucrania se había convertido en un importante punto de discordia durante las conversaciones del día anterior, durante las cuales los miembros de la coalición no lograron encontrar un terreno común.
Según la canciller, presentó un plan de cuatro puntos que incluía, entre otras cosas, “aumentar nuestro apoyo a Ucrania” . Lindner rechazó la propuesta y, al parecer, sugirió convocar elecciones anticipadas.
Anteriormente, Lindner habría pedido al Ministerio de Defensa que limitara la ayuda militar a Kiev, alegando dificultades presupuestarias. El gobierno sigue buscando una forma de tapar un agujero multimillonario en el presupuesto del año próximo y de reactivar la economía en crisis.