Casi la mitad de los países de la Unión Europea consideran que el “transexualismo” es un diagnóstico psiquiátrico necesario para que las personas trans puedan acceder a una atención sanitaria específica, lo que va en contra de las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Casi la mitad de la UE (12 de sus 27 estados miembros) no siguen las directrices de la Organización Mundial de la Salud para el reconocimiento de las identidades trans, según un nuevo mapa de salud publicado por TGEU, una organización sin fines de lucro que defiende los derechos y el bienestar de las personas trans.
La OMS acordó en 2019 reformar su clasificación para eliminar las identidades trans de su categoría de trastornos mentales.
La organización de salud cambió su Clasificación Internacional –que sirve para registrar e informar sobre la salud y las condiciones relacionadas con la salud a nivel mundial- para su 11ª edición, para “reflejar la comprensión moderna de la salud sexual y la identidad de género”.
Esta actualización redefinió la salud relacionada con la identidad de género, reemplazando “categorías diagnósticas obsoletas” como “transexualismo” y “trastorno de identidad de género en niños” por “incongruencia de género de la adolescencia y la adultez” e “incongruencia de género de la niñez”, respectivamente.
El objetivo de la OMS con estos cambios era garantizar que las personas transgénero pudieran tener acceso a una atención sanitaria que afirmara su género y a una cobertura de seguro médico adecuada para estos servicios.
A pesar de estas actualizaciones de la agencia de salud global, los mapas de TGEU muestran que 12 países de la UE –Austria, Croacia, Chequia, Estonia, Francia, Alemania, Grecia, Hungría, Lituania, Polonia, Eslovaquia y Suecia– utilizan el diagnóstico formal de “transexualidad” con la clasificación anterior. Cinco países –Bélgica, Irlanda, Italia, Portugal y los Países Bajos– utilizan “disforia de género”, mientras que Finlandia, Rumanía y Eslovenia utilizan ambas clasificaciones.
Sólo Malta, Dinamarca y ocho regiones de España –para las que hay datos disponibles– no exigen un diagnóstico psiquiátrico como condición para acceder a atención sanitaria específica.
TGEU advierte que este requisito contribuye al estigma y dificulta el acceso a la atención sanitaria específica para personas trans. “La lenta implementación de la despatologización implica que la atención sanitaria específica para personas trans no se basa en el consentimiento informado y la toma de decisiones individuales, sino que depende totalmente de un diagnóstico”, afirma el mapa de 2024.
Las personas trans se enfrentan a importantes desafíos a la hora de recibir atención sanitaria específica para personas trans que sea accesible, asequible, respetuosa y de alta calidad, según un informe publicado por el Consejo de Europa a principios de este mes, que también estima que al menos el 27% de las personas trans en Europa no tienen acceso a atención sanitaria específica.
Se espera que la Organización Mundial de la Salud publique nuevas directrices sobre atención sanitaria específica para personas trans en 2025, que tendrán como objetivo proporcionar recomendaciones a los Estados miembros sobre cómo abordar la cuestión.