Las inundaciones repentinas en el este y el sur de España han dejado varias personas desaparecidas, interrumpido los servicios de tren y provocado una alerta roja por fuertes lluvias, ya que se espera que persista el clima adverso.
Las autoridades españolas informaron el martes de la muerte de al menos 51 personas después de que unas inundaciones repentinas arrastraran coches por las calles de varios pueblos e interrumpieran el servicio ferroviario en amplias zonas del este y el sur de España.
Incomunicados, con redes de telefonía caídas, en algunos municipios sin luz con la mayor parte de los accesos a Valencia cerrados y evaluando el alcance de la catástrofe. Así se ha despertado Valencia tras la tragedia ocurrida este martes, que ha causado al menos 51 muertos, según el primer balance oficial, aunque el balance es temporal y hay desaparecidos.
Agónicos rescates de personas atrapadas se han ido sucediendo a lo largo de la noche en las comarcas de Utiel-Requena, la Ribera Alta y l’Horta Sud, pero todavía quedan afectados por atender y el mensaje de la Generalitat, el segundo enviado a todos los móviles en apenas 12 horas, indica que se deben evitar los desplazamientos por carretera en la provincia de Valencia. La actividad prácticamente se ha detenido: no funcionan los trenes de cercanías, el metro, el AVE y el aeropuerto de Manises retoma poco a poco la actividad.
Un tren de alta velocidad con casi 300 personas a bordo descarriló cerca de Málaga, aunque las autoridades ferroviarias informaron de que no hubo heridos. Las inundaciones también interrumpieron los servicios de trenes de alta velocidad entre Valencia y Madrid, así como otras líneas de cercanías en las regiones afectadas.
La Agencia Estatal de Meteorología ha emitido alerta roja por fuertes lluvias en la Comunidad Valenciana, donde las inundaciones provocaron el derrumbe de un puente en Picanya.
Municipios como Turís y Utiel recibieron alrededor de 200 litros de lluvia por metro cuadrado, y muchas localidades del sur y este registraron más de 100 litros solo el martes, según informes oficiales.
Las autoridades han advertido que se espera que las condiciones meteorológicas adversas persistan y han instado a los lugareños a mantener la cautela. “Este martes es el día más adverso del episodio, pero las lluvias muy fuertes continuarán durante los siguientes días”, dijo la agencia en la plataforma de redes sociales X.
En los últimos años, España se ha enfrentado a tormentas otoñales similares. El país se ha recuperado un poco de una grave sequía este año gracias a las lluvias. La mayoría de los científicos del clima afirman que el aumento de los fenómenos meteorológicos extremos se debe al cambio climático.
El impacto de las riadas que golpearon inicialmente el interior de Valencia llegó por la tarde del martes y entrada la noche al área metropolitana de Valencia. Localidades del cinturón sur como Paiporta, Picanya, Massanassa, Benetússer e incluso pedanías de la ciudad como la Torre, Forn d’Alcedo y Castellar-Oliveral empezaron a inundarse. La Policía ordenó el desalojo de Pinedo, ubicado junto a la desembocadura del nuevo cauce del Turia, una infraestructura que casi nunca lleva agua y que esta noche ha batido récords y ha hecho de barrera para impedir el paso de las aguas del barranco del Poyo hacia el casco urbano de la capital.