El canciller alemán Olaf Scholz ha sido criticado por no invitar a sus ministros de Finanzas y Economía a una reunión con representantes de empresas y sindicatos en Berlín el martes.
El ministro de Finanzas, Christian Lindner, del FDP, y su ministro de Economía, Robert Habeck (Verdes), no participaron en la llamada cumbre industrial, lo que llevó a los críticos a acusar a la canciller de excluir a otros partidos y entrar en modo campaña diez meses antes de las próximas elecciones.
En defensa de Scholz en la cadena de televisión ZDF, la líder del Partido Socialdemócrata, Saskia Esken, afirmó que era “absolutamente normal” que un canciller “tomara el timón en una situación de crisis como ésta”.
Pero según el periódico conservador Die Welt, Lindner seguramente habría preferido participar en el evento.
En respuesta, Linder ha programado su propia reunión con pequeñas y medianas empresas y representantes de oficios especializados el mismo día de la cumbre de Scholz.
Sigue insistiendo en que el gobierno cumpla con el freno de la deuda alemana, que restringe el déficit presupuestario estructural de Alemania a alrededor del 0,35% de su producto interno bruto.
El ministro de Finanzas justifica su “contramedida” como una medida necesaria en vista de la actual crisis económica alemana y los posibles cierres de plantas en Volkswagen .
Por su parte, Habeck, muy probablemente candidato de los Verdes a la cancillería, ha respondido a la cumbre de Scholz presentando un documento con su propio análisis económico, centrado en la política macroeconómica, los tipos de interés y las medidas fiscales, en el que reclama miles de millones de euros de inversión pública.
El problema del crecimiento de Europa
EnEn una entrevista con el periódico Süddeutsche Zeitung , el jefe del FMI en Europa, Alfred Kammer, señaló que no todas las políticas que funcionan en EE.UU. son viables en Alemania y Europa.
“Las empresas europeas son mucho menos productivas que las estadounidenses”, afirmó. “Hay obstáculos de largo plazo para el crecimiento en la UE: la disminución anual de la fuerza laboral, la burocracia masiva y la falta de un verdadero mercado único”.
En Alemania, las asociaciones de empresarios han criticado duramente la reducción de la burocracia prevista por el gobierno, pero según Kammer, las reformas estructurales previstas por Lindner son “indispensables”.
“El sector público alemán también debe invertir más, ya que no puede haber una economía productiva sin una infraestructura que funcione. En las últimas décadas se han dejado muchas cosas sin hacer”, añadió.
Scholz, por su parte, anunció recientemente que “tenemos que salir del escenario”. Quizá por eso no parece que haya ninguna conferencia de prensa prevista para después de la cumbre del martes.