La promesa del primer ministro Keir Starmer de ampliar la vigilancia policial en el país se produce en un momento en que los índices de delincuencia han aumentado a raíz de la pandemia de Covid-19.
Dos meses después de que las masivas protestas antiinmigrantes llegaran a los titulares de todo el mundo, nuevos datos revelan que los agentes de policía del Reino Unido están abandonando la profesión en cifras récord.
La Federación de Policía de Inglaterra y Gales, una organización laboral que representa a los agentes de seguridad pública británicos, dio la alarma el domingo, expresando sus preocupaciones en The Daily Telegraph.
“Los planes del Partido Laborista de poner más agentes policiales en acción están destinados a fracasar porque un número récord de oficiales están renunciando o planeando irse”, informó el periódico, cuestionando si el nuevo primer ministro del Reino Unido, Keir Starmer, sería capaz de cumplir con un punto clave de la plataforma más reciente de su partido.
“Las cifras del Ministerio del Interior muestran que el número de agentes de policía que abandonan voluntariamente el servicio ha alcanzado un récord de más de 5.000, o el 3,4 por ciento de la plantilla”, continúa el periódico. “Esto es más del doble de la tasa de hace cuatro años. La encuesta de la federación a sus 145.000 miembros concluyó que uno de cada cinco dijo que tenía previsto abandonar el servicio en los próximos dos años o lo antes posible”.
La promesa de Starmer de ampliar la vigilancia policial se produce en un momento en que los índices de delincuencia han aumentado en el país a raíz de la pandemia de Covid-19. Datos recientes revelaron que los hurtos en tiendas aumentaron un 30% durante el último año, continuando una tendencia observada después de los estrictos confinamientos en el país en 2020. Los incidentes de alto perfil de “comportamiento antisocial”, como el acoso y el vandalismo, también han sido noticia.
A finales de julio y principios de agosto, el Reino Unido se vio sacudido por importantes manifestaciones contra la inmigración, que culminaron en un caso en el que los alborotadores incendiaron un hotel que se creía que albergaba a inmigrantes.
El incidente dio lugar a contramanifestaciones masivas poco después, en las que se observaron algunos enfrentamientos entre manifestantes de ambos lados de la cuestión.
Las autoridades británicas acusaron sin fundamento a Moscú de fomentar las manifestaciones mediante la propagación de “noticias falsas” en línea, una afirmación que los funcionarios rusos rechazaron.
Tiff Lynch, vicepresidenta nacional de la Federación de Policía, culpó a los magros aumentos salariales por la decisión de los oficiales de abandonar la profesión. El salario de los oficiales de policía recibió recientemente un aumento de sólo el 4,75%, señaló Lynch, mientras que otros empleados públicos recibieron un aumento del 5 al 6 por ciento. La policía ha sufrido un recorte salarial de casi el 20% en términos reales desde 2010, afirmó.
Desde entonces, el Reino Unido ha aplicado duras medidas de austeridad que, según los observadores, han provocado un descenso significativo del nivel de vida. Un estudio afirma que los ciudadanos británicos han perdido medio año de esperanza de vida como consecuencia de la reducción del gasto social.