Los expertos advierten de que las chinches podrían estar viajando en los trenes de París a Londres.
Harry Robertson sigue lidiando con el trauma persistente de su batalla contra las chinches. Pasó más de un año temiendo irse a la cama, aislándose de sus amigos más cercanos y de su familia. Estos minúsculos parásitos viven en la tapicería y los muebles y se alimentan de las personas mientras duermen, dejándolas marcas rojas que pican.
“Tiras la ropa de cama – y miras hacia abajo y hay pequeñas motas de sangre. Y finalmente te quedas dormido – duermes 2/3 horas y te despiertas a la mañana siguiente y estás cubierto de picaduras”, destaca Harry.
Los tratamientos químicos pierden eficacia a medida que las chinches desarrollan resistencias.
”Probamos con productos químicos y nunca conseguimos deshacernos de ellos. Nos mudamos, quemé una gran cantidad de mi ropa de cama. Tiré mucha de mi ropa”, recalca el Harry.
Mientras tanto, París se enfrenta a una epidemia de chinches que ha provocado una gran alarma. Los expertos sugieren que los insectos ya podrían estar viajando en el Eurostar a Londres. Pero David Cain, biólogo molecular y experto en control de plagas de chinches, afirma que ya ha encontrado chinches en Londres.
“Ya ha pasado… La persona que tuvo chinches durante aproximadamente una semana había estado en el Eurostar la semana anterior” , apunta Cain.
Para quienes han estado en contacto con chinches, la vigilancia es esencial. El problema de parásitos parisino también podría estar asolando Londres en secreto.