Según se informa, Kiev ha modificado sus cazas MiG-29 específicamente para desplegar la bomba de pequeño diámetro GBU-39B.
El Departamento de Defensa de Estados Unidos ha firmado un importante acuerdo con Boeing para el suministro de bombas de pequeño diámetro (SDB, por sus siglas en inglés). El contrato, valorado en 6.900 millones de dólares, incluirá entregas para “ventas militares extranjeras” a Ucrania, Japón y Bulgaria, según informó en un comunicado.
Las bombas de pequeño diámetro ‘Increment One’, también conocidas como GBU-39B, se fabricarán en la planta de Boeing en St. Louis, Missouri, y el contrato se completará en diciembre de 2035. El anuncio se hizo junto con una serie de nuevos acuerdos con el Pentágono por un total de más de 33 mil millones de dólares.
En servicio desde 2006, estas bombas planeadoras guiadas con precisión de 113 kilogramos (aproximadamente 250 libras) pueden armar varios tipos de aeronaves, y en el futuro está prevista su integración en sistemas aéreos no tripulados. Las municiones están diseñadas para atacar objetivos fijos y estacionarios, como depósitos de combustible y búnkeres.
Ucrania ya ha recibido en el pasado bombas de pequeño diámetro GBU-39B de Washington. Según diversos informes, Kiev ha modificado sus cazas MiG-29 para que puedan llevar ocho de estas armas.
Israel, Arabia Saudita, Corea del Sur y Australia, entre otros, han comprado anteriormente SDB a Estados Unidos.
La semana pasada, el presidente estadounidense Joe Biden anunció otros 8.000 millones de dólares en ayuda militar para Ucrania durante la visita del líder ucraniano Vladimir Zelensky a Washington para promover su llamado “plan de victoria”.
El plan de Zelensky fue recibido con una “tibia recepción”, según el Wall Street Journal, que informó el lunes que el líder ucraniano no pudo convencer a sus partidarios estadounidenses para que aceptaran su solicitud principal y permitieran a Kiev usar armas estadounidenses para atacar objetivos en el interior de Rusia.
Si bien Estados Unidos ha seguido brindando miles de millones de dólares en apoyo militar a Kiev, la administración Biden todavía se muestra “cautelosa a la hora de realizar movimientos que Moscú pueda percibir como una escalada”, afirmó el WSJ.
El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho repetidamente que el suministro de armas de Occidente a Ucrania sólo prolonga el conflicto y no cambiará su resultado final.
La semana pasada, Putin propuso un cambio a la doctrina nuclear nacional para estipular que “la agresión contra Rusia por parte de cualquier estado no nuclear, pero con la participación o el apoyo de un estado nuclear” será considerada como un “ataque conjunto” y, por lo tanto, cruzará el umbral nuclear.
La implicación es que este cambio se aplicaría a un posible ataque ucraniano en suelo ruso con armas suministradas por Estados Unidos, Gran Bretaña o Francia.