La madrugada de este jueves ha sido muy parecida a la de los últimos tres días en la frontera entre Líbano e Israel. Mientras los llamamientos a un alto el fuego se acentúan, los ataques a ambos lados se producen casi sin solución de continuidad.
La campaña de bombardeos de Israel que se ha intensificado desde el lunes ha dejado ya cerca de 650 muertos, mientras que Hezbolá responde con proyectiles que, por el momento, no han provocado víctimas mortales. Por su parte, el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, ha querido aclarar este jueves que la tregua de 21 días propuesta por Estados Unidos y Francia no está sobre la mesa y ha pedido a su Ejército que continúe “con todas sus fuerzas” las operaciones contra el país vecino.
“Las noticias sobre un alto el fuego no son ciertas. Se trata de una propuesta franco-estadounidense a la que el primer ministro ni siquiera respondió”, ha dicho la oficina de Netanyahu a través de redes sociales. Además, han remarcado que no se rebajará la intensidad de los ataques. “El primer ministro ha dado instrucciones a las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) para que continúen los combates con todas sus fuerzas de acuerdo con los planes que le habían presentado”, insisten.
La petición del alto el fuego se produjo este miércoles por parte de Washington y París, aunque fue respaldada por más paíes. En el documento se reclama una tregua “temporal” de 21 días antes de “un acuerdo diplomático”. La propuesta ha recibido el apoyo de la Unión Europea y varios países, incluidos algunos estados árabes y el propio Líbano.
El primer ministro interino libanés, Nayib Mikati, aplaudió la propuesta desde Nueva York, donde se encuentran esta semana buena parte de los líderes mundiales en el marco de la Asamblea General de Naciones Unidas. Mikati sí ha querido aclarar este jueves que él no ha firmado nada. Entre otras cosas porque el conflicto es con la milicia del partido chií Hezbolá, que controla parte del territorio libanés pero no es el Gobierno.
En los ataques de este jueves han muerto al menos 20 personas en Líbano, entre ellas 19 de nacionalidad siria, ya que este país cuenta con la mayor comunidad de refugiados sirios del mundo. Según el Ejército israelí, los bombardeos eran contra “75 objetivos terroristas de Hezbolá”, entre ellos “depósitos de municiones, lanzaderas preparadas para disparar, edificios militares, terroristas e infraestructura militar de la organización”.
Según el diario libanés L’Orient-Le Jour, los bombardeos han alcanzado los pasos fronterizos con Siria de Al Arid, Matraba, Salé y Qalesh, así como un puente situado cerca del paso de Matraba. el Ejército de Israel ha confirmado los ataques, alegando que se han producido “contra infraestructuras en la frontera entre Siria y Líbano que son usadas por Hezbolá para trasladar armas desde territorio sirio”.
Además, la Agencia Nacional de Noticias libanesa (ANN) ha informado que durante la madrugada los aviones de combate israelíes bombardearon decenas de localidades ubicadas en el Valle de la Bekaa, los alrededores de la ciudad de Hermel, en el noreste y, sobre todo, en el sur del Líbano.
Estas regiones también fueron ampliamente bombardeadas el miércoles y la cifra de muertos se ha actualizado este jueves, alcanzando las 81 personas. Según el Ministerio de Salud Pública libanés, la cifra incluye también a al menos nueve personas que murieron durante esta madrugada en Younine, en el noreste del país mediterráneo.
Hezbolá ha lanzado proyectiles este jueves contra una localidad y dos instalaciones vinculadas con una empresa militar israelí al norte de la ciudad de Haifa. La organización islamista ha afirmado que los objetivos eran dos “complejos” de la empresa Rafael en Kiryat Motzkin, sin que por el momento haya informaciones sobre víctimas, según ha recogido la cadena de televisión libanesa Al Manar, vinculada a Hezbolá.
El Ejército israelí ha cifrado en 45 los proyectiles que han entrado en el espacio aéreo israelí y ha afirmado que “algunos de ellos han sido interceptados”. “Otros han caído en zonas abiertas”, señalan.
Aunque los ataques entre ambos se llevan realizando desde el 8 de octubre, cuando Hezbolá empezó a lanzar proyectiles contra Israel en respuesta a la ofensiva israelí en Gaza, lo cierto es que desde la semana pasada las hostilidades se han intensificado.
Una oleada de explosiones que se atribuye a el Mossad en miles de aparatos de comunicación de militantes de Hezbolá y luego una serie de bombardeos dirigido contra comandantes de la formación han elevado las posibilidades de que una guerra abierta que empeore la situación de la región.