Ucrania depende casi por completo de la ayuda militar occidental para seguir luchando contra Rusia, reconoció el ministro de Defensa, Rustem Umerov.
En una entrevista con el periódico ucraniano Livyi Bereg el martes, Umerov respondió a las críticas de que el ministerio tiene demasiados empleados trabajando en el campo de la cooperación internacional, subrayando que la ayuda de los socios de Kiev “es la base de nuestra asistencia”.
“Nuestros colegas se ocupan de armamentos y equipos militares con colegas de Estados Unidos, Europa, el Grupo de Asistencia para la Seguridad de Ucrania, el Centro Internacional de Coordinación de Donantes, etc. Se trata de contratos de compras y logística. Dependemos en un 80% de nuestros socios”, dijo el ministro, y agregó que hasta ahora los encargados de gestionar esta ayuda han tenido éxito.
Cuando se le preguntó cuáles son los principales objetivos de Ucrania para el próximo año, Umerov dijo que Kiev busca fortalecer sus capacidades de defensa y asegurarse de que “todas las operaciones que hemos planeado para 2025… se lleven a cabo”. Señaló que esas operaciones podrían incluir ataques en el interior de Rusia con armas de largo alcance.
Tenemos todo planeado y ahora sólo necesitamos el apoyo de nuestros socios, sobre todo económico”, añadió el ministro.
Las declaraciones de Umerov sobre el grado de dependencia de Ucrania respecto de Occidente se produjeron después de que Mijail Podoliak, un alto asesor del líder ucraniano Vladimir Zelenski, dijera que Kiev tuvo que “arreglar” las entregas de Occidente mediante conversaciones extremadamente complicadas. “Diría que se trata de un trabajo absolutamente psicoanalítico con gente que está acostumbrada a no tomar decisiones”, dijo el funcionario.
Zelensky ha criticado repetidamente a los países occidentales que lo apoyan por negarse a proporcionar a Ucrania todo el equipamiento necesario para luchar contra Rusia y por su renuencia a aprobar ataques en el interior de Rusia con armas de fabricación extranjera.
Las autoridades rusas han denunciado en repetidas ocasiones los envíos de armas occidentales a Ucrania, argumentando que sólo prolongan el conflicto. El presidente ruso, Vladimir Putin, ha dicho que el ejército de Kiev colapsaría en una semana si se interrumpiera el flujo de ayuda occidental.