La agencia policial alemana a cargo de la seguridad de los principales políticos dice que tiene la intención de aumentar el número de sus guardaespaldas antes de las próximas elecciones nacionales debido a las crecientes amenazas en el país y en el extranjero.
El jefe de la Oficina Federal de Policía Criminal, Holger Münch, explicó al grupo periodístico RND que su oficina cuenta actualmente con más de 500 guardaespaldas, pero que el año que viene tiene previsto añadir otros 100 y después otros 100.
“No se trata sólo de los crecientes peligros internos, sino también externos”, explicó Münch, “por ejemplo, las guerras en Ucrania o en Gaza”.
La oficina de Münch es responsable de la protección de políticos de alto nivel, entre ellos el presidente Frank-Walter Steinmeier, el canciller Olaf Scholz, ministros del gobierno federal y destacados legisladores del parlamento alemán.
En los últimos años, Alemania se ha enfrentado frontalmente al creciente extremismo, que incluye amenazas a los más altos cargos políticos. Este verano comenzó el juicio contra varios conspiradores pertenecientes al grupo denominado “Reichsbürger”, que habían planeado intentar derrocar al gobierno federal mediante un golpe de Estado.
También ha habido protestas de menor nivel que han suscitado dudas sobre la seguridad de los políticos. En agosto, la líder del partido “izquierdista conservador” Sahra Wagenknecht fue rociada con pintura roja por un manifestante durante una manifestación en la ciudad oriental de Erfurt.
Las próximas elecciones federales de Alemania están previstas para el 28 de septiembre del año próximo. La política alemana se encuentra en un estado de malestar e inestabilidad, con Scholz al frente de un gobierno de coalición tripartito impopular que se ha hecho famoso por sus luchas internas.
Scholz planea presentarse a un segundo mandato, pero se enfrenta al desafío del líder conservador de la oposición, Friedrich Merz, cuyo bloque Unión lidera las encuestas nacionales.
El partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) todavía tiene buenos resultados en los sondeos, pero recientemente sufrió un revés en las elecciones estatales de Brandeburgo, donde la votación táctica permitió a los socialdemócratas de Scholz obtener una victoria sorpresa.
Sin embargo, la AfD encabezó la votación en las elecciones anteriores de Turingia, a pesar de que su líder local, Björn Höcke, enfrenta un proceso judicial por usar lemas nazis en reuniones del partido
También quedó en segundo lugar, muy por detrás de los demócrata-cristianos de la vecina Sajonia.