Las autoridades malasias rescataron el miércoles a 402 niños y arrestaron a 171 sospechosos después de allanar 20 hogares de asistencia social vinculados a un grupo empresarial islámico, en los que los niños eran explotados y abusados sexualmente, dijo el jefe de la policía nacional.
El inspector general de policía, Razarudin Husain, dijo que las redadas se llevaron a cabo después de las investigaciones sobre denuncias de abandono de niños, enseñanzas desviadas y agresión sexual en los hogares administrados por Global Ikhwan Services y Business Holdings.
Unos 201 niños y 201 niñas, de entre 1 y 17 años, fueron rescatados de 18 casas en el estado central de Selangor y dos en el estado sureño de Negeri Sembilan, indicó. Entre los 171 sospechosos (66 hombres y 105 mujeres) había profesores religiosos y cuidadores, añadió.
Los niños no sólo fueron abusados sexualmente por los cuidadores, sino que también fueron obligados a hacer lo mismo entre ellos en las instalaciones, dijo Razarudin en una conferencia de prensa televisada.
“A los enfermos no se les permitió buscar atención médica hasta que su estado se volvió crítico”, dijo. A algunos niños pequeños también los quemaron con una cuchara caliente cuando cometieron errores y los cuidadores tocaron los cuerpos de los niños como si estuvieran realizando controles médicos, dijo.
La policía creía que Global Ikhwan explotaba a los niños y utilizaba sentimientos religiosos para recaudar donaciones, dijo.
Las investigaciones demostraron que los niños que se encuentran en los hogares de asistencia social pertenecen a miembros del grupo Global Ikhwan, a quienes sus padres han colocado en los hogares desde que eran bebés, dijo. Los niños serán sometidos a una evaluación médica en el marco de las investigaciones en curso, agregó.
Según su sitio web, Global Ikhwan fue fundado por Ashaari Mohamad, quien dirigió la secta islámica Al Arqam, que fue considerada herética y prohibida por el gobierno en 1994. Dijo que el grupo había pasado por una serie de cambios de marca desde que Ashaari murió en 2010.
El grupo también quedó recientemente bajo la mira de las autoridades islámicas en medio de afirmaciones de que todavía estaba involucrado con las enseñanzas desviadas de la secta Al-Arqam.
Global Ikhwan, en un comunicado emitido el miércoles, negó las acusaciones de explotación infantil y dijo que cooperaría con las autoridades, pero no mencionó las acusaciones de abuso sexual contra ellos.
“La empresa no comprometerá ninguna actividad que vaya en contra de la ley, particularmente en lo que respecta a la explotación laboral infantil”, afirma el comunicado.
El sitio web de Global Ikhwan indica que la empresa participa en una amplia gama de negocios, entre ellos, alimentos y bebidas, medios de comunicación, medicina, viajes y bienes raíces. Emplea a más de 5.000 personas y tiene sucursales en 20 países, incluida una cadena de restaurantes en Londres, París, Australia y Dubai, entre otros.